El miércoles por la mañana, Moscú se despertó con una imagen dramática: un aparente avión no tripulado habría explotado sobre el Kremlin, el corazón del poder ruso. El servicio de prensa del presidente ruso acusó a Ucrania de un intento fallido de asesinato, pero Kiev niega cualquier implicación. Si bien la confirmación de tales sospechas supone un riesgo de escalar la guerra en curso, las autoridades estadounidenses no están tan seguras.

Anunciando el ataque —o incluso fingiéndolo— y culpando a su enemigo en esta guerra, Rusia corre el riesgo de socavar la confianza de sus ciudadanos. El mismo se produjo pocos días antes del Día de la Victoria, la celebración más importante en el país que conmemora la victoria de la Segunda Guerra Mundial. En algunos de los vídeos del ataque, se pueden ver las tribunas y las gradas decoradas para el desfile militar ritual del día en la Plaza Roja.

En Telegram, se ha compartido un vídeo que muestra un delgado tubo gris deslizándose por la noche junto a una bandera rusa en lo alto de un edificio del Kremlin, y luego explotando justo encima. En otras fotos difundidas en Internet se ve un segundo avión no tripulado, lo que coincide con las versiones oficiales rusas.

Fuente: Ostorozhno Novosti/Handout via Reuters

A la explosión del miércoles le siguieron otros ataques contra bases rusas, algunas a cientos de kilómetros dentro del territorio ruso. Algunos informes han citado a ucranianos anónimos que afirman haber utilizado aviones de vigilancia Tu-141 modificados de la era soviética en los ataques anteriores.

Pero nada parece estar realmente claro. Funcionarios rusos dijeron, sin pruebas, que el objetivo era asesinar al presidente ruso Vladimir Putin mientras dormía. Asimismo, han acusado a Ucrania de estar detrás de los ataques. El presidente Volodymr Zelenskyy, sin embargo, ha negado su responsabilidad durante una visita de Estado en Finlandia al decir: “No atacamos a Putin ni a Moscú; luchamos en nuestro territorio”.

Un funcionario estadounidense dijo que Washington está trabajando para establecer qué ocurrió exactamente. El avión no tripulado fotografiado en el ataque no parecía ser el Tu-141 de gran tamaño utilizado en ataques ucranianos anteriores. La probable carga útil de un dron tan pequeño pone en duda la afirmación del Kremlin de que Putin era el objetivo, dijo el analista de CNA Sam Bendett. El analista también agregó que una carga de este tipo “puede causar daños contra lugares vulnerables como infraestructuras energéticas”, pero no sería suficiente para un intento de asesinato contra Putin.

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Redacción
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