El viernes pasado, el presidente chino, Xi Jinping, recibió a su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Durante la visita oficial en Beijing, le aseguró que el desarrollo de China “abrirá nuevas oportunidades” para Brasil y el mundo. Así, ambos líderes establecieron las pautas para una asociación que, sin duda, desempeñará un papel en los acontecimientos mundiales.

“China buscará un desarrollo de alta calidad, acelerará la creación de un nuevo paradigma de desarrollo y promoverá la apertura de alto nivel. Esto abrirá nuevas oportunidades para Brasil y países de todo el mundo”, afirmó el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Beijing.

Lula fue recibido el viernes por el presidente del gigante asiático en una ceremonia con alfombra roja ante el Gran Salón del Pueblo de Pekín, donde una banda militar tocó los himnos nacionales de Brasil y China. Igualmente, el mandatario brasileño asistió antes a una ceremonia en el Monumento a los Héroes del Pueblo en la plaza de Tiananmen y se reunió con el primer ministro chino, Li Qiang, antes de su reunión con Xi Jinping.

El día anterior a esta reunión, Lula había cuestionado el uso del dólar como moneda global, apenas semanas después de que su gobierno acordara con Pekín comerciar con sus propias monedas y dejar de lado la divisa estadounidense. El presidente brasilero retomó el viernes su camino antiestadounidense al insistir en que “nadie va a prohibir que Brasil mejore su relación con China”, cuyas inversiones en Brasil se espera alcancen los US$50.000 millones en el largo plazo.

Fuente: Ricardo Stuckert / PR

En este marco, Lula también dirigió duras palabras contra el FMI, en referencia a las acusaciones de que impone duros recortes presupuestarios a países atrapados por la deuda como Argentina a cambio de líneas de rescate. Con respecto a esto último, afirmó: “Ningún banco puede estar asfixiando las economías de países como está haciendo ahora en Argentina el FMI o como hicieron con Brasil durante tanto tiempo y con todos los países del tercer mundo.”

El presidente brasilero también habló de intensificar las relaciones Brasil-China en áreas como ciencia y tecnología, programas de intercambio estudiantil, relaciones culturales, estrategias de combate al cambio climático, energía limpia y producción de automóviles y autobuses eléctricos.

“Creo que el entendimiento de mi gobierno sobre China es que debemos trabajar duro para crear una relación Brasil-China que no sea solo una relación de interés meramente comercial. Aunque el interés comercial es muy importante”, dijo Lula da Silva.

Se remarcó la lucha por preservar el planeta, abogando por una política climática más saludable. Para ello, el mandatario mencionó que “una transición energética es extremadamente importante para que podamos producir energía más limpia, especialmente eólica, solar y biomasa”.

La cumbre entre Lula y Xi resultó en la firma de 15 acuerdos entre ambos gobiernos y otros 20 entre empresas privadas. Ambos líderes también acordaron formar un “club de la paz” para detener la guerra en Ucrania.

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Redacción
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