Diferentes miembros de la Unión Europea junto a representantes de los Estados Unidos celebraran este 15 y 16 de mayo en París la segunda reunión del Consejo de Comercio y Tecnología (CCT). Este encuentro se da en el marco de una inquietante coyuntura mundial, atravesada fundamentalmente por la invasión rusa a Ucrania.

El Consejo de Comercio y Tecnología se fundó en el año 2021. Patrocinado por Estados Unidos en conjunto con la Unión Europea, este espacio fue creado con el objetivo de demostrar al mundo como el funcionamiento del comercio y la tecnología asentado sobre valores democráticos y con una lógica centrada en el mercado pueden mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y servir como fuente de prosperidad. 

Lo que parece hacer la creación del CCT es reabrir una discusión que para muchos ya estaba saldada. Saldada desde el fin de la Guerra Fría. Con la caída del Muro de Berlín, la disolución del Pacto de Varsovia y el posterior desmembramiento de la URSS, el debate o la discusión sobre el “mejor régimen” había finalizado. 

Estados Unidos y la Unión Europea superan sus disputas comerciales
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Muchos lo creían así, Francis Fukuyama (1992) fue uno de ellos. Cuando él escribió “El Fin de la Historia y el Último Hombre” no quiso decir cómo muchos erróneamente interpretaron que no iban a continuar habiendo hechos o acontecimientos históricos. Lo que quedaba por clausurada era la discusión sobre cuál era el mejor régimen político posible para regular los asuntos humanos y la vida en sociedad. La democracia había triunfado sobre el autoritarismo, y el capitalismo lo había hecho sobre el comunismo. El capitalismo y la democracia demostraron funcionar hermanadamente, consagrándose como la “fórmula ganadora”.

El capitalismo como modo de producción era perfectamente compatible con un régimen político que pusiera a las libertades y derechos de los ciudadanos como su eje rector.

Pero, ¿por qué se reabre esta discusión que ya todos creíamos archivada?, ¿Y por qué es el mismo Estados Unidos el que la reabre? La respuesta es sencilla: China. En las últimas décadas, China ha cobrado una inconmensurable relevancia en el comercio mundial al igual que en el desarrollo tecnológico. A su vez, China es abiertamente un país con un régimen no democrático, opresor de las libertades individuales y con un sistema de partido único. Desde la Revolución en China en el año 1949, un solo partido es legal: el Partido Comunista Chino. La dicotomía China entre cómo se autodefine políticamente y lo que hace en materia económica y comercial no es ninguna novedad. Pero a Estados Unidos le incomoda. Así, fundó el CCT en conjunto con la Unión Europea para no correr con desventaja frente al avance chino en materia comercial y tecnológica, en la disputa por la primacía a nivel mundial. 

El argumento central al que recurre Estados Unidos en esta guerra con China es que los valores democráticos garantizan la prosperidad y el crecimiento. ¿Se podría decir que cambiaron los jugadores pero el juego sigue siendo el mismo? Puede ser, pero el desenlace está por verse. Tanto Estados Unidos como China quieren ganar, y emplearán todos los recursos o herramientas que estén a su alcance para hacerlo. 

Concretamente, el CCT se reunirá en los próximos días y la guerra en Ucrania tendrá un rol central. Se evaluará no solo el impacto de la misma en el territorio europeo y en el mundo, sino que se abordarán estrategias para intentar paliar la crisis provocada, y encontrar una solución conjunta a los problemas desencadenados.

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Emiliano Guerra
Estudiante de la Licenciatura en Ciencia Política UBA. Orientación en Relaciones Internacionales. Especializado en problemáticas de Estado y gobierno Europeos. IGCSE.

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