El gobierno de Nueva Zelanda confirmó el último miércoles el levantamiento de diferentes mandatos en torno a vacunas, influyendo principalmente en el área de educación y seguridad.
A pesar de que el brote por Omicron no cesa, dicho país ha logrado mantener bajos tanto a hospitalizaciones como a fallecimientos.
La respuesta de Nueva Zelanda a la pandemia ha ganado aplausos en el extranjero y ha mantenido bajas las hospitalizaciones y las muertes.
En esta nueva etapa, la primera ministra Jacinda Ardern confirmó que solo aquellos que trabajan con personas vulnerables, como en el área de salud y cuidado de ancianos y los trabajadores de frontera, deberán vacunarse a partir del 4 de abril.