El proyecto hidroeléctrico de Santa Cruz en Argentina es un proyecto clave de cooperación entre China y Argentina. El proyecto de la presa, de 4.700 millones de dólares, lo lleva a cabo un consorcio liderado por la empresa estatal china Gezhouba. Sin embargo, el acuerdo de financiación está actualmente suspendido, y con él la construcción de las presas.

De este modo, uno de los proyectos que en su día fue el buque insignia de la unión entre el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y la administración de Xi Jinping es ahora una muestra del enfriamiento de esas relaciones.

El emplazamiento del proyecto está a 145 kilómetros del centro turístico de El Calafate. Está previsto construir dos presas hidroeléctricas en el río Santa Cruz, en la provincia del mismo nombre.

Según la información facilitada por el consorcio, el Proyecto Hidroeléctrico Santa Cruz da empleo directo a 2.025 personas. Una vez alcanzada la capacidad máxima de trabajo, se espera que emplee a 6.000 personas directamente y a otras 10.000 indirectamente.

Agustín Gerez, presidente de la empresa estatal argentina Integración Energética Argentina (Ieasa), indicó que “la presa Néstor Kirchner está cerca del 20 por ciento de avance y la presa Gobernador Jorge Cepernic está en el 25 por ciento, estimando tener la primera turbina en funcionamiento en 2023”.

Estas estimaciones, según informa la agencia estatal de noticias Télam, son visiones optimistas, que no son precisamente compartidas por la parte china, según pudo comprobar Reporte Asia.

Debido a la reducción de la capacidad de generación de energía y del alcance de las obras, se activó automáticamente la cláusula de suspensión del contrato de financiación. El último préstamo se concedió en noviembre de 2017. En los últimos tres años y medio, Gezhouba ha proporcionado 350 millones de dólares a UTE como capital circulante a través de su línea de crédito corporativa de Pekín. Dadas las actuales dificultades de capital circulante, es urgente acelerar la negociación y reactivar el acuerdo de financiación suspendido.

Gezhouba, como líder de la empresa conjunta, coordina las negociaciones entre los bancos chinos y el Departamento de Financiación Estratégica de Argentina. La reanudación del acuerdo de financiación -que requiere la firma del gobierno argentino- se esperaba para finales de 2021, pero todavía no ha habido señales concretas de que los funcionarios estén avanzando.

Diversas interrupciones y retrasos han puesto al gobierno argentino en la situación de tener que empezar a devolver la parte del préstamo ya obtenida, mientras las presas siguen incompletas. 

Hay algunos inconvenientes que se suman a las dificultades económicas que atraviesa Argentina. Por un lado, la deuda no se puede reestructurar. Por otro, existen cláusulas de incumplimiento cruzado que pueden afectar a otros proyectos de empresas estatales chinas, como el ferrocarril Belgrano Cargas.

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Redacción
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