El primer ministro húngaro, Viktor Orban, afirmó el martes que no cambiará sus controvertidas leyes de inmigración a pesar de la sentencia del Tribunal Europeo, intensificando su campaña nacionalista de cara a las reñidas elecciones nacionales que se celebrarán a principios del próximo año.

Orban dijo que la migración y los derechos LGBTQ, dos temas que han causado conflicto con la Unión Europea, dominarían la agenda mientras su partido derechista Fidesz se prepara para sus primeras elecciones disputadas después de tres derrotas desde 2010.

La disputa sobre las normas democráticas ha provocado la congelación de los fondos de recuperación de la UE para Hungría, lo que complica el camino de Orban hacia la reelección porque la economía depende en gran medida de los fondos para financiar la inversión e impulsar el crecimiento.

El primer ministro, de 58 años, se enfrenta a una oposición unida mientras la inflación alcanza el nivel más alto de los últimos 14 años, la economía se encamina a una desaceleración y el déficit presupuestario se ha disparado a niveles récord debido al elevado gasto preelectoral.

A principios de este mes, el Tribunal Constitucional húngaro evitó pronunciarse sobre la primacía del derecho de la Unión Europea a la hora de decidir sobre una controvertida medida gubernamental contra la inmigración, evitando así una crisis más profunda después de que una impugnación polaca similar enviara ondas de choque a toda Europa.

El tribunal había estudiado un recurso del gobierno de Orban contra una sentencia del tribunal de la UE que consideraba que Budapest había infringido las leyes de la UE al deportar a los refugiados por la frontera con Serbia.

El tribunal dijo que Budapest tenía derecho a aplicar sus propias medidas en los ámbitos en los que la UE aún no ha dado los pasos adecuados para la aplicación común de las normas de la UE, así como para salvaguardar su identidad nacional, lo que Orban tomó como una reivindicación de sus políticas.

“El gobierno decidió que no haremos nada para cambiar el sistema de protección de fronteras”, dijo Orban en una conferencia de prensa. “Mantendremos el régimen existente, aunque el tribunal europeo nos ordene cambiarlo.

“No lo cambiaremos y no dejaremos entrar a nadie”.

Orban, cuya postura antiinmigración impulsó el apoyo al Fidesz tras la crisis migratoria de 2015, también dijo que perseguiría otro tema controvertido, un referéndum sobre los derechos del colectivo LGBTQ de cara a las elecciones.

Orban se presenta como el defensor de los valores tradicionales húngaros frente a la “ideología LGBT”.

En el referéndum, se preguntará a los húngaros si apoyan la celebración de talleres de orientación sexual en las escuelas sin el consentimiento de los padres, y si creen que los procedimientos de reasignación de género deben ser “promovidos” entre los niños.

Orban también dijo en la rueda de prensa que Hungría había encargado 9,5 millones de dosis de la vacuna de Pfizer, días después de detectar sus primeros casos de Omicron.

La Comisión Europea ya ha aprobado que Hungría se incorpore a la adquisición de vacunas de Pfizer en la UE.

Te puede interesar: ¿Hungría fortalece su relación bilateral con China?

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

3 COMENTARIOS

Dejá tu comentario