La nación europea se dirigirá a su tercera elección parlamentaria este año. Esto se produce en un escenario en el que la fragmentación partidaria en el parlamento dejó fuera del acuerdo a los socialistas, siendo el tercer partido político en negarse a dirigir un gobierno tras las inconclusas elecciones parlamentarias de julio. Como se previó hace algunas semanas, el segundo llamado a comicios en el país europeo en tres meses no desbloquearon el punto muerto en el que se encuentra.
“Nos enfrentamos a dos opciones: construir un gobierno que dirija a la gente a través de las crisis o acudir a nuevas urnas”, había anticipado la líder socialista Kornelia Ninova después de asumir el mandato de formar un gobierno. El tiempo estipulado se consumó. Luego de negociaciones inconclusas y falta de respaldo, los socialistas renunciaron a sus planes de formar un gobierno funcional después de que sus aliados potenciales, el partido ITN antisistema y dos partidos antisoborno más pequeños que sostiene al GERB. De este modo, el partido devolverá el mandato al jefe de estado en el día de mañana.
Al respecto, el presidente Rumen Radev se enfrenta, una vez más, a tener que disolver el parlamento, nombrar una nueva administración interina y convocar una votación anticipada dentro de dos meses. Estas son las terceras elecciones parlamentarias de este año luego de los llamados en abril y julio y, con cierta probabilidad, las próximas se celebrarán en noviembre. Lo que se debe tener en consideración es que de los comicios llevados adelante en abril a los que tuvieron lugar en julio, el ITN revirtió su segundo puesto, dejando al GERB en segundo lugar. En tercera posición se mantuvo el partido socialista. La derrota del GERB luego de una década en el poder significó una importante victoria para la ciudadanía búlgara, que enfatizó su descontento frente a la corrupción.
De este modo, la nueva fecha para sufragar podría ser el 7 o coincidir con una de las dos rondas de una elección presidencial, pautada para el 14 o el 21 de noviembre. En medio de la incertidumbre, dicho mes será clave con vistas al devenir del gobierno búlgaro. En ese sentido, Radev se postulará con el fin de aspirar a un segundo mandato, en un cargo que tiene una duración de cinco años. Por su parte, el partido conservador GERB de Boyko Borissov aún no ha anunciado su candidato presidencial