Durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro etíope el pasado miércoles, Recep Tayyip Erdogan afirmó que Turquía está dispuesta a mediar entre Etiopía y Sudán para resolver su disputa fronteriza.
Respaldó también una resolución pacífica para el conflicto de Tigray en Etiopía, el cual ha desplazado a decenas de miles y ha dejado a millones de personas hambrientas.
La visita del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, se produce en medio de una ampliación del conflicto en Tigray que comenzó en noviembre pasado, luego de una secuela política entre Abiy y los líderes de la región de Tigray.
“La paz, la tranquilidad y la integridad de Etiopía, que tiene una ubicación estratégica e importancia en África, es importante para nosotros”, afirmaba Erdogan. “Todos los países de la región se verán afectados por el empeoramiento de la situación”.
Este señor Erdogan piensa a lo grande, su magnanimidad lo lleva a ser mediador. Su ambición tal vez sea emular a Suleiman, el gran sultán turco de la historia.