La Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC) celebró su 30 aniversario el domingo 18 de Julio. En otras palabras, es el organismo responsable de verificar el uso pacífico de materiales nucleares capaces de ser utilizados para la fabricación de armas de destrucción masiva.
Sus orígenes se remontan a los años ‘80, cuando las relaciones entre Argentina y Brasil se encontraban en un momento de grandes tensiones. En plena Guerra Fría, ambos países eran gobernados por militares, que desconfiaban mutuamente respecto a los programas nucleares de, en ese entonces, sus enemigos. Esto generaba una “hipótesis de conflicto”.
Con la vuelta a la democracia, se comenzó a gestar uno de los grandes hitos de la relación bilateral entre Argentina y Brasil. El proceso comenzó en 1987, cuando el presidente brasileño José Sarney visitó la planta de enriquecimiento de uranio de Pilcaniyeu. Un año más tarde, Raúl Alfonsín recorrió el centro experimental de uranio enriquecido de Aramar.
Las negociaciones diplomáticas y científico-tecnológicas, en el campo de la transparencia de los respectivos programas nucleares, concluyeron en la Presidencia de Carlos Menem. El 18 de julio de 1991 se establece el Sistema Común de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (SCCC) y se crea la Agencia Brasileña Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC) que constituye la única agencia binacional de salvaguardias nucleares existente en el mundo y la primera organización binacional creada por Argentina y Brasil.