El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el jueves una “profunda transformación” del compromiso militar de Francia en África Occidental, poniendo fin a una importante operación mientras aumentan las preocupaciones por la seguridad.

Francia tiene unos 5.100 soldados desplegados en la región como parte de la Operación Barkhane, centrada en frenar la insurgencia en Malí, Níger y Burkina Faso. No estaba claro de inmediato cuántas tropas permanecerán o cuándo comenzarán las salidas.

Macron dijo que Barkhane sería sustituida por una nueva operación, cuyos objetivos serían apoyados por otras naciones. Dijo que la decisión se tomó tras consultar con Estados Unidos y los países de la Unión Europea.

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Armée française – Opérations militaires

El anuncio se produjo días después de que Malí, una nación de unos 20 millones de habitantes, nombrara un nuevo presidente en funciones: El coronel Assimi Goïta, líder de su segundo golpe de estado en nueve meses. Francia suspendió la semana pasada las operaciones conjuntas con el ejército maliense tras el último golpe de Estado.

La presión interna sobre Macron para que reduzca la Operación Barkhane ha aumentado antes de las elecciones presidenciales del próximo año, en medio de los ataques mortales contra soldados franceses y mientras crecen las dudas sobre si la misión ha tenido un impacto significativo en la seguridad de la región.

“Terminaron en su equivalente de nuestro Afganistán”, dijo Peter Pham, ex enviado especial de Estados Unidos a la región. “No se puede negar que hicieron algo bueno -como acabar con los principales líderes terroristas-, pero no definieron una victoria o un estado final, y mucho menos cómo llegar a él”.

Las fuerzas francesas han estado estacionadas en Malí desde 2013, cuando las tropas intervinieron para detener una toma de posesión extremista. Su presencia continua ha sido considerada como un pilar clave de los esfuerzos antiterroristas de Occidente en la región.

Casi 7.000 personas murieron en la violencia en 2020, el año más mortífero para Malí, Burkina Faso y Níger desde que los extremistas invadieron el país hace casi una década.

“Ahora no es el momento de que Francia abandone Malí”, dijo Boubacar Ba, un analista de seguridad en Bamako, la capital de Malí. “Abandonar Malí es abandonar el Sahel. Es abrir la caja de Pandora para Europa”.

La presencia militar francesa ha provocado en ocasiones protestas violentas. Los manifestantes han atacado y saqueado negocios franceses en África Occidental.

Macron ha condenado la creciente animosidad hacia Francia. Recientemente declaró al periódico francés Le Journal du Dimanche que Francia no estaba destinada a mantener una presencia militar permanente en África Occidental.

Pero su anuncio del jueves afectará a países que han sido percibidos como socios fiables.

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Redacción
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