Esclareciendo los sucesos en Birmania o Unión de Myanmar

Tras la primera década democrática que se desarrollaba en la República de de la Unión de Myanmar, el lunes 1 de febrero el ejército del país anunciaba la toma del poder. Este nuevo golpe de Estado significaba la vuelta a regímenes militares opresivos que ya habían tenido lugar durante 50 años, desde 1988 hasta 2011. 

El lunes no fue aleatorio en el plan de los militares. El 1 de febrero debía comenzar el segundo mandato de Aung San Suu Kyi, líder de su partido, la Liga Nacional de la Democracia (LND). Pero la mandataria fue detenida, llevándose consigo las esperanzas de continuar administrando el gobierno de manera justa y pacífica. 

Pese a haber ganado con más del 80% las elecciones libres en noviembre del 2020, la oposición que respaldaba a los militares, el Partido de la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo (USDP), inició una campaña de desprestigio con denuncias de fraude. Se sumaba a esta organización, las acusaciones que se habían hecho a la LND por el genocidio de la población musulmana rohingya en su país. Sin embargo, la popularidad de la LND no cesó entre los seguidores.

Cabe remarcar que en la antigua Birmania, a partir de la Constitución del año 2008, texto formulado durante una administración militar, el ejército posee una relevante influencia sobre el gobierno. Las Fuerzas Armadas poseen allí una cuarta parte de los escaños parlamentarios de manera automática, y controlan los Ministerios de  Asuntos Internos, Defensa y Asuntos Fronterizos. Pese a esta aclaración, el 31 de marzo los opositores a la junta gobernante, un grupo de legisladores que habían sido electos, se asociaron en el Comité Representante de Pyidaungsu Hluttaw (refiere a la Asamblea/Parlamento de la Unión) y declararon nula la Constitución del 2008, reemplazándola por una nueva carta provisional. Aunque el nuevo texto no obstaculiza la conservación de la influencia de los militares, sumaron a su vez una “Carta Federal de Democracia” que servirá como Constitución provisional y buscará satisfacer demandas de diferentes minorías étnicas.  

El llamado del Sudeste Asiático al cese de la violencia 

Los 10 líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Filipinas, Singapur, Brunei, Vietnam, Laos, Indonesia, Malasia, Tailandia, Myanmar y Camboya), junto al general birmano Ming Aung Hlaing, se encontraron en la capital de Indonesia, Yakarta, este sábado 24 de abril. En la reunión internacional de la Asociación, se debatió acerca de la situación de Myanmar, ya que se considera que dicho organismo es el que se encuentra en condiciones de conversar con la Junta Militar que actualmente está tomando el poder en el país. El hecho particular es que Ming Aung Hlaing, actual líder de facto del estado de Birmania como presidente del Consejo Administrativo del Estado y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, realizó este viaje por primera desde el golpe de Estado en el mes de febrero. 

Pese a los diálogos que se mantuvieron en la Conferencia, en la declaración final no se realizó ninguna condena al accionar militar, ni referencia a la liberación de los presos políticos. En realidad la ASEAN ha mantenido siempre una postura de no intervención en los asuntos internos de sus miembros. Pero es importante destacar que en el país birmano se han desarrollado manifestaciones a favor de la democracia, las cuales han desembocado en apagones de Internet, arrestos y muertes. Debido a esto, previo a la cumbre organizaciones y defensores de la democracia, presionaron al organismo para que adoptara una posición más firme. Este fue el caso de Amnistía Internacional, quien le exigió al bloque del Sudeste Asiático, un acuerdo que dé cuenta de la protección de los derechos humanos que se ven vulnerados en la crisis humanitaria de Myanmar. Emerlynne Gil, la directora regional adjunta de Amnistía Internacional para Investigar, sostuvo que “this is not an internal matter for Myanmar but a major human rights and humanitarian crisis which is impacting the entire region and beyond” [no se trata de un asunto interno de Myanmar, sino de una importante crisis humanitaria y de derechos humanos que afecta a toda la región y más allá]. Y consideró además que, “If not stopped, the violations committed by the Myanmar military will result in escalating violence and conflict, worsening inequality, hunger and mass displacement, including into ASEAN Member States – all amid the COVID-19 pandemic” [Si no se pone fin a las violaciones cometidas por el ejército de Myanmar, se producirá una escalada de la violencia y el conflicto, el empeoramiento de la desigualdad, el hambre y el desplazamiento masivo, incluso hacia los Estados miembros de la ASEAN, todo ello en medio de la pandemia del COVID-19].

De esta manera, el comunicado oficial, priorizando a los civiles inocentes, solicita cinco exigencias basadas en los consensos que se alcanzaron. En el mismo, los países reconocen “ASEAN’s positive and constructive role in facilitating a peaceful solution in the interest of the people of Myanmar and their livelihoods” [el papel positivo y constructivo de la ASEAN para facilitar una solución pacífica en interés del pueblo de Myanmar y sus medios de subsistencia]. A partir del texto oficial, las repasaremos:

  • 1. “There shall be immediate cessation of violence in Myanmar and all parties shall exercise utmost restraint” [debe haber un cese inmediato de la violencia en Myanmar y todas las partes deberán ejercer la máxima moderación]: 
  • 2. “Constructive dialogue among all parties concerned shall commence to seek a peaceful solution in the interests of the people” [se iniciará un diálogo constructivo entre todas las partes implicadas para buscar una solución pacífica en interés del pueblo]:
  • 3. “A special envoy of the ASEAN Chair shall facilitate mediation of the dialogue process, with the assistance of the Secretary General of ASEAN” [un enviado especial de la Presidencia de la ASEAN facilitará la mediación del proceso de diálogo, con la asistencia del Secretario General de la ASEAN].
  • 4. “ASEAN shall provide humanitarian assistance through the AHA Centre” [la ASEAN proporcionará asistencia humanitaria a través del Centro AHA – Centro de coordinación de la ASEAN para la asistencia humanitaria -].
  • 5. “The special envoy and delegation shall visit Myanmar to meet with all parties concerned” [el enviado especial y la delegación visitarán Myanmar para reunirse con todas las partes implicadas].

De esta forma, si bien se lograron acuerdos entre los miembros de la asociación, no se detallaron de forma explícita cómo se llevará adelante la misión de paralizar de una vez por todas, las matanzas de civiles birmanos. La crítica fundamental hacia el Comunicado apunta a la cuestión de los presos políticos, donde si bien se escuchó el llamamiento a la liberación, no se hizo referencia en el texto al requisito esencial para un diálogo constructivo entre ambas partes, luego de que ya son más de 4000 las personas arrestadas desde el Golpe el 1 de febrero. Aunque la ASEAN considera esencial la estabilidad política en los países miembros, para su propia prosperidad, se cree que el comunicado obtuvo un resultado ambiguo, incluso habiendo invitado al general Min Aung Hlaing. Pese a las divergencias, el resto de los países del mundo, debería tomar la iniciativa de esforzarse por apoyar los consensos de la ASEAN para que el éxito de las medidas deje ser una posibilidad, y se consolide en un hecho.

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Micaela Capellino
studiante avanzada de Lic. en Relaciones Internacionales (UNR) - Miembro del Grupo de Estudios sobre China y Argentina (UNR) - Miembro de AIESEC en Rosario.

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