Los combates entre grupos armados continúan en Colombia y más de 11.000 personas han sido desplazadas de sus hogares en lo que va de 2021, según informó el lunes el organismo de control de los derechos humanos del país.

Las bandas criminales, la guerrilla del izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los ex miembros de las rebeldes FARC que rechazan un acuerdo de paz luchan entre sí y con las fuerzas armadas por el control de las zonas de narcotráfico y minería ilegal, en gran parte en lugares habitados por negros e indígenas colombianos.

“Hubo 16 eventos de desplazamiento masivo urbano y 14 eventos de desplazamiento masivo rural que afectaron a un total de 4.062 familias, 11.150 personas”, dijo el defensor del pueblo Carlos Camargo en un comunicado. “El 90% (de los desplazados) pertenecen a comunidades étnicas del Pacífico colombiano”.

El año pasado hubo 28.509 personas desplazadas y 90 eventos de desplazamiento masivo, según las cifras de la Defensoría del Pueblo.

Cuarenta comunidades de los departamentos del Pacífico de Chocó, Cauca y Nariño han sufrido este año “confinamientos” por disputas territoriales entre grupos armados, según el comunicado.

La ciudad portuaria de Buenaventura fue un centro de desplazamiento urbano, ya que las bandas locales se disputaron el control de las rutas marítimas del narcotráfico hacia Estados Unidos.

“Son hechos que aterrorizan a la población con homicidios selectivos, reclutamiento y utilización de niños y adolescentes, amenazas y en general, prácticas de sometimiento y control de la población”.

El gobierno del presidente Iván Duque ha prometido en repetidas ocasiones luchar contra los grupos armados ilegales a los que responsabiliza de los asesinatos de activistas de derechos humanos y comunitarios y de los recientes asesinatos masivos.

La violencia ha convertido a Duque en el blanco de las críticas internacionales por no haber frenado el derramamiento de sangre.

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