Continuarรฉ refiriรฉndome a algunos de los miembros seleccionados para integrar el Consejo Nacional de Malvinas (el dรญa que se ponga en funciones) para imaginarnos cuรกles podrรญan ser las polรญticas destinadas a recuperar Malvinas. Apenas fallecido el expresidente Carlos Menem, distintos personajes salieron a hacer una semblanza del extinto. Uno de ellos, el General (RE) Martรญn Balza quien, precisamente, fue designado para integrar el Consejo que coordina el secretario de Malvinas Daniel Filmus, efectuรณ unas llamativas declaraciones en su condiciรณn de general en jefe en la dรฉcada del 90.

Refiriรณ en la entrevistaย (difundida por Urgente 24)ย el citado: ยซCarlos Menem, jamรกs interfiriรณ en mis decisionesยป,ย perdiendo de vista Balza su condiciรณn de subordinado del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el presidente de la Naciรณn. Es รฉste el que toma las decisiones y el general quien las cumple.

La fรณrmula ยซSubordinaciรณnย y valor para defender a la Patriaยป que utiliza el ejรฉrcito en las formaciones, debiera concluir por imperio del artรญculo 6ยบ de la Ley 23.463, en ยซy defender la Constituciรณn Nacionalยป razรณn por la cual, no debiรฉramos asignarle ningรบn valor o atribuirle especial mรฉrito a un general por defender, como cualquier ciudadano, la Constituciรณn. Laย Subordinaciรณnย en el caso del Mando Militar, se entiende comoย ยซla sujeciรณn a la orden, mando o dominio del subalterno con respecto al superior. El subordinado acata el mando por la existencia de una relaciรณn jerรกrquica que รฉl comprende y aceptaยป;ย yย Valorย es un concepto que describeย ยซel comportamiento generador del bien de su desempeรฑo del que depende en gran medida, el รฉxito en el cumplimiento de las รณrdenes que se le han impartido para la realizaciรณn de las misiones y actos de servicioยป.

En base a lo precedentemente expuesto precisarรญa los dichos del general Balza: jamรกs dejรณ de cumplir con las รณrdenes impuestas por la conducciรณn del Comandante en Jefe Carlos Menemย (“El presidente dispone de las Fuerzas Armadas”, Martรญn Balza, El Intransigente, 14/11/2019)ย y la Constituciรณn y, ello incluye, aย todas las decisiones, de otro modo se hubiera tenido que ir a su casa. Los oficiales superiores al asumir una funciรณn de mando deben prestar el juramento de observar y hacer observar, si fuere necesario, hasta perder la vida, la Constituciรณn Nacional, conforme a las leyes que al efecto dicte el Congreso y a los decretos del Poder Ejecutivo Nacional (Art. 1ยบ y 5ยบ Ley 23.463). Ergo, Balza avalรณ con su continuidad todas las acciones relativas a la enajenaciรณn de la soberanรญa nacional -al menos- que se llevaron a cabo durante la dรฉcada del noventa. ย 

Me permito recordar que, como comandante de la VI Brigada (1987), subjefe del Estado Mayor General del Ejรฉrcito (1990) y jefe del Ejรฉrcito Argentino (1991), Balza se mantuvo activo en los altos mandos militares entre 1989 y 1999, uno de los perรญodos mรกs oscuros de dominaciรณn y de mayor entrega nacional del Atlรกntico Sur y Malvinas y, “sus decisiones” (sic) al respecto, fueron inexistentes o infructuosas -si existieron- respectos a los Tratados, Acuerdos, etc. que enajenaron la soberanรญa nacional.

Como Secretario de Estado designado en julio de 1989 renunciรฉ los primeros dรญas de enero de 1991ย (La Capital de Mar del Plata, pรกg. 7 del 20/2/91)ย por la gravรญsima entrega nacional que en el รกrea de Malvinas y el Atlรกntico Sur, Menem, Cavallo y quienes los acompaรฑaban en sus polรญticasย (algunas de las cuales describo a continuaciรณn o que pueden ampliarse en el libro de mi autorรญa “Malvinas. Biografรญa de la Entrega, 2009). La renuncia, aunque, como en mi caso, sea por propia determinaciรณn, supone un alejamiento y una pรฉrdida; pero tambiรฉn la posibilidad de ejercer un derecho irrenunciable de participar activa, รฉtica y libremente en favor de los intereses supremos de la Naciรณn. Me quedaba adherir a “El Estado soy yo” de Luis XIV o al “Estado somos nosotros” de Lenin, gozando en ambos casos de las mieles del poder; pero suscribรญ a “el Estado son todos” de Honorรฉ de Balzac; acompaรฑando a millones de argentinos bien nacidos, que, por encima de los intereses personales, ponen el de la nacionalidad; el respeto y admiraciรณn a nuestros ascendientes y a los hรฉroes que regaron con su sangre la Naciรณn. Mientras, el general Balza, continuรณ prestando sus incondicionales servicios al ex Presidente Menem hasta el 1999. Es evidente que tenemos una diferente valoraciรณn de los hechos que ocurrรญan en esos aรฑos y, mientras รฉl refiere, a “una modernizaciรณn de la fuerza” inconducente, precisamente por efecto de los Acuerdos de Madrid como veremos, muchos percibimos una Naciรณn de rodillas. ย 

ยซHubo respeto mutuo y en ocasiones hasta afecto del seรฑor presidente hacia su personaย y (…) nunca interfiriรณ en mis decisiones (…) jamรกs interfiriรณ en la relaciรณn mando-obediencia-subordinaciรณn (…) en todo momento respetรณ a las fuerzas armadasยป,ย refiriรณ Balza en la entrevista. Opiniones todas muy llamativas, de quien estuvo al frente del Ejรฉrcito y cumpliรณ las รณrdenes de un gobierno que enajenรณ la soberanรญa nacional. No me imagino a los Generales Manuel Belgrano; Martรญn Miguel de Gรผemes; Juan Manuel de Rosas; Josรฉ Gervasio Artigas; Juan Lavalle; Manuel Oribe; Simรณn Bolรญvar; Juan Gregorio de Las Heras; Juan รlvarez de Arenales; Bernardo O’Higgins, Miguel Estanislao Soler, Mariano Necochea y otros tantos, algunos de los cuales sus bustos se encuentran en el Colegio Militar de la Naciรณn, que, estando entre los generales mรกs destacados americanos, jamรกs hubiesen admitido en silencio tanta entrega, semejante cesiรณn del territorio nacional, con graves implicancias sobre la Antรกrtida. Y por supuesto, bastarรญa repetir algunas de las frases del General San Martรญn para saber que hubiera hecho nuestro Libertador: ยซHace mรกs ruido un hombre gritando que cien mil que estรกn callados (…) Cuando la Patria estรก en peligro todo estรก permitido, excepto no defenderlaยป.


Cuando se analizan las condiciones de subordinaciรณn en que las fuerzas armadas argentinas -en particular del ejรฉrcito- quedaron ante la pรฉrfida Albiรณn con motivo de la firma de los Acuerdos de Madrid y otras decisiones tomadas durante la dรฉcada del 90 en la que ejerciรณ la jefatura militar Balza, no hay mรกs que repudiar la profundizaciรณn de la entrega nacional de esos aรฑos.

Martรญn Balza es un general controvertido. Egresรณ (17/12/55) en orden de mรฉrito 143 sobre 173 cadetes y, entre tantas otras declaraciones pรบblicas refiriรณ que ยซnunca estuve de acuerdo con los indultos de Menem de octubre de 1989ยปย (Mirรก lo que te digo, 15/2/2021),ย pero, Hernรกn Fair pone en duda sus dichos: ยซuna vez asumido, el Presidente (Menem) (…) el 7 de octubre de 1989 indultรณ por decreto a 216 oficiales y suboficiales y 64 civiles procesados por las rebeliones de Semana Santa, Monte Caseros y Villa Martelli y, el 29 de diciembre de 1990 el Gobierno firmรณ varios decretosย (NdA: Decretos 2741/90 al 2746/90)ย que beneficiaron a todos los miembros de las Juntas del Proceso Militares, represores, terroristas, etc. (entre ellos a Firmenich y Martรญnez de Hoz),ย satisfaciendo lo que en los hechos constituรญa la principal demanda polรญtica del Generalato castrenseยปย (CONICET, “Relaciones polรญticas entre el menemismo y las Fuerzas Armadas. Un anรกlisis histรณrico-polรญtico del perรญodo 1989-1995” Revista KAIROS, UNSL, mayo 2011),ย en una fecha, en que el General Martรญn Balza ya era subjefe del Estado Mayor del Ejรฉrcito.

Por otra parte, el servicio militar obligatorio, un rรฉgimen vetusto y prepotente, que imperaba durante la jefatura del general Balza, se terminรณ en 1994, no por la voluntad de รฉste de reconvertir la fuerza sino por la brutal muerte de Omar Carrasco. Continuaba como jefe del Ejรฉrcito cuando el 3 de noviembre de 1995 estallรณ la Fรกbrica Militar de Armamentos de Rรญo Tercero y, tambiรฉn cuando la Argentina, pese a ser uno de los cuatro paรญses garantes del Protocolo de Rรญo (1942) le vendiรณ armas a Ecuador, pese a enfrentarse a la hermana Repรบblica del Perรบ, el mรกs importante aliado militar que tuvo la Argentina en 1982. No ampliarรฉ sobre estos รบltimos hechos, pese, a que por su condiciรณn de jefe del arma y su vรญnculo con el Ministerio de Defensa no deberรญa -oficial o extraoficialmente- desconocer lo que ocurrรญa al respecto. El manifestรณย “haberse enterado por los diarios de los decretos secretos” (Mirรก, reportaje citado). Digamos: ยฟestaba pintado?

No obstante ello y antes de continuar, no podrรญa dejar de lado sus mรบltiples distinciones y medallas; sus tareas y declaraciones derivadas de sus responsabilidades militares (sus camaradas son quienes las valorarรกn) ni el valor de Balza de combatir en Malvinas, como no lo harรญa jamรกs con ninguno ย -cualquiera sea su jerarquรญa militar- de los que combatieron por defender nuestros archipiรฉlagos; pero, hay cientos de soldados que aun combatiendo en Malvinas, no se consideran veteranos de guerra, porque siguen dando pelea sin soluciรณn de continuidad desde 1982 hasta nuestros dรญas, sin sostener ni participar en un gobierno, que con sus acciones, favoreciรณ la consolidaciรณn britรกnica en Malvinas, Georgias, Sรกndwich del Sur y la Antรกrtida.

Me limitarรฉ entonces, a describir lo ocurrido entre 1989 y 1999 respecto a la creciente ocupaciรณn britรกnica del Atlรกntico Sur, Malvinas y la Antรกrtida, cuando el general Balza era el principal responsable del Ejรฉrcito argentino.
No pudo ignorar este general del mรกs alto rango, el contenido de los Acuerdos de Madrid. โ€‹Las Declaraciones Conjuntas del 19/10/1989 y, 18,19/12/1989 en Parรญs, convertidas luego, en el Tratado del 14,15/2/1990, comรบnmente llamado de Madrid y, el Tratado de “Promociรณn y Protecciรณn de Inversiones britรกnicas” en Londres el 11/12/1990, complementario del anterior, convalidado por la Ley 24.184.

Estos Tratados terminaron con la Argentina soberana, industrial, tecnolรณgica, cientรญfica y dueรฑa de sus recursos naturales y servicios pรบblicos; que la devolvieron, a sus orรญgenes de proveedor de granos, transgรฉnica, semilla-dependiente y quรญmica-fumigada. La Argentina del monocultivo, con los servicios y los recursos naturales privatizados. Los ferrocarriles y las flotas navales liquidadas y los astilleros nacionales desfinanciados, etc. De la Argentina con un mar territorial de 200 millas marinas, por imperio de la Ley 17.094, a la Argentina de la Zona Econรณmica Exclusiva (ZEE) depredada por britรกnicos, espaรฑoles, chinos, rusos, taiwaneses y coreanos.

La supresiรณn de hipรณtesis de conflicto que dominaron las relaciones con Brasil y Chile en el siglo XX era razonable; pero, el paรญs pasรณ, de tener ocupados por los britรกnicos en 1982 unos 11.410 km2ย y tres millas marinas al alrededor de Malvinas, a ser invadido por Gran Bretaรฑa en 1.639.000 km2.. Un 52% de toda nuestra ZEE, equivalente a un 28% del territorio continental. Que nuestro paรญsย no tenga hipรณtesis de conflictoย y, desarmadas sus fuerzas, es verdaderamente asombroso.

Estos Tratados se completaron con la sanciรณn de la Ley 23.968 (10/9/1991) de los “espacios marรญtimos” que determinรณ las lรญneas de base, que le permitiรณ al Reino Unido establecer los espacios marรญtimos alrededor de Malvinas; la sanciรณn de la Ley 24.543 (13/9/1995) que ratificรณ la CONVEMAR, ย a cuya sanciรณn -modestamente- nos opusimos sin รฉxito con el apoyo de un par de Senadores liderados por el Senador Pedro Molina (PJ Santa Cruz), que le permitiรณ al R.U. considerarse -en forma ilegal- como un paรญs ribereรฑo en Malvinas y, promover, en la actualidad, la multilateralidad regional del control de las pesquerรญas, para tratar de intervenir, en un pie de igualdad con la Argentina, en la administraciรณn de los recursos en el Mar Argentino; motivo por el cual, nos opusimos y, seguimos haciรฉndolo, a la sanciรณn luego de varios aรฑos de discusiรณn de la Ley 25.290 del 13/7/2000 que promueve las OROP (Organizaciones Regionales de Ordenamiento Pesquero) dejando la administraciรณn preminente del Atlรกntico Sur en manos de los Estados de bandera en perjuicio de los Estados ribereรฑos y, frente a la presencia britรกnica en Malvinas, violando la Disposiciรณn Transitoria Primera de la Constituciรณn Nacional.

Balza permaneciรณ en su cargo en silencio, como muchos que permanecieron y permanecen en silencio y son incapaces de proyectar una estrategia para salir de esta trampa que sume en la derrota perpetua a quienes creen que todo estรก perdido y, a una gran mayorรญa de argentinos, que ignora cuรกl es la situaciรณn del paรญs. ยฟAlguna vez el General Balza ante los Acuerdos de Madrid, esos aรฑos hablรณ sobre laย Zona de Paz y Cooperaciรณn del Atlรกntico Sur?ย que firmaron los paรญses africanos occidentales y suramericanos con ZEE en el Atlรกntico Sur en la Asamblea General de la ONU (Res. 41/11 del 27/10/1986).

La Argentina y el Reino Unido acordaron, en primer lugar, aplicar la fรณrmula inglesa del “paraguas“, por la cual ambos paรญses aceptaron el tratamiento de distintos temas, en tanto y en cuanto, ello no significase reconocimiento alguno sobre la soberanรญa de Malvinas. Pese a esta decisiรณn ya lacerante e indigna, los britรกnicos quebraron todas las resoluciones de la ONU, mientras nuestro paรญs permanece congelado, declamando ante los foros nacionales. ยฟquรฉ opinarรกn los argentinos y los fueguinos en particular sobre el incumplimiento de Res. ONU 31/49 y la 1514/60 queย ยซInsta a las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que entraรฑen la introducciรณn de modificaciones unilaterales…ยปย (4) y que declaraย ยซTodo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un paรญs es incompatible con los propรณsitos y principios de la Carta de las Naciones Unidasยปย (6).

Ningรบn funcionario de alto rango ocupado en la defensa nacional pudo haber permanecido en silencio ante semejante invasiรณn britรกnica. Y aquรญ, la pregunta surge espontรกnea: ยฟmodernizar el ejรฉrcito para quรฉ Balza? Si no es para defender la soberanรญa nacional que, es el rol excluyente que justifica la existencia de esa fuerza. San Martรญn refiero al respecto: ยซCompaรฑeros juremos no dejar las armas de la mano hasta ver al paรญs enteramente libre o morir con ellas como hombres de corajeยป,ย que, actualizado a los tiempos modernos y nuestra debilidad podrรญa significar ยฟQuรฉ propuestas documentadas le presentรณ al Presidente de la Naciรณn o al Ministro de Defensa para revertir la pรฉrdida de territorios, recursos y soberanรญa? ย ย ย 

Enย 1990ย se estableciรณ, entre ambos gobiernos la conservaciรณn conjunta de los recursos pesqueros al este de Malvinas (dรกndole al zorro a cuidar el gallinero) para facilitarles a los britรกnicos el otorgamiento de permisos ilegales a flota extranjera. Enย 1991ย con la delimitaciรณn de las lรญneas de base del continente se allanรณ al Reino Unido su propia delimitaciรณn en Malvinas que ocupo 438.000 km2ย alrededor de Malvinas. Enย 1993ย el Reino Unido ampliรณ su ocupaciรณn marรญtima a las 200 millas. Enย 1994ย se acordรณ la pesca en el Atlรกntico Sur con la entonces CEE y, los buques espaรฑoles nunca pescaron en Malvinas. Enย 1995ย se acordรณ intercambiar informaciรณn sobre todo la actividad pesquera entre el paralelo 45ยบ S (altura Puerto Camarones, Chubut) y el 60ยบ S (altura de las Islas Orcadas), es decir, por fuera de las 200 millas ocupadas por los britรกnicos alrededor de Malvinas y, la Argentina, a travรฉs del INIDEP aportรณ sus cientรญficos y buques aportรกndole informaciรณn pesquera sensible.

Enย 1996ย la Argentina acordรณ polรญticas de cooperaciรณn con el Reino Unido “en Beneficio deย las partesย involucradas”. Enย 1998ย se firmรณ el “Convenio de Cooperaciรณn Militar” con el Reino Unido y, en lugar de reducirse la presencia militar britรกnica en el mar argentino, el Reino Unido trasladรณ el Comando Sur desde la Isla Ascensiรณn a Malvinas, instalando la mayor base de la OTAN en el Atlรกntico Sur, con aviones, fragatas, misiles y radares de รบltima generaciรณn, quienes son informados de los movimientos militares argentino. ยฟAlguien podrรญa pensar que la base misilรญstica instalada en Malvinas, es para evitar un nuevo intento armado de recuperar las Islas por parte de los argentinos? Bueno, ello serรญa suponer que los britรกnicos no conocen que nuestro presupuesto de defensa es similar al de Chile o Perรบ, con un territorio continental y marรญtimo infinitamente mayor al de esos paรญses. Enย 1999ย la Cancillerรญa Argentina colaborรณ con el Reino Unidoย para combatir los buques sin licencias britรกnicasย en el Atlรกntico Sur y, el mismo aรฑo por declaraciรณn conjunta britรกnico-argentina del 14/15 de julio autorizรณ (transponiendo el espacio aรฉreo argentino) un vuelo semanal de “LanChile” entre Punta Arenas (Chile) y Malvinas, con una escala mensual en Rรญo Gallegos, donde los argentinos -en un nuevo gesto de reconocimiento en favor del Reino Unido- debemos hasta hoy presentar pasaporte para ingresar a Malvinas y, mientras los cancilleres referรญan al fortalecimiento de ยซlas relaciones entre la Argentina y Chile (…) el jefe del Ejรฉrcito, teniente general Martรญn Balza, definiรณ ayer al acuerdo firmado entre la Argentina y Gran Bretaรฑa, el miรฉrcoles รบltimo, en Londres (…)ย Un pequeรฑo gran paso el que se ha dado.ย No es poca cosaยปย (Andrea Centeno y Federico Quilodrรกn, La Naciรณn 20/7/1999),ย lo que significรณ facilitar la logรญstica general y transporte a los isleรฑos.

Los Acuerdos de Madrid dejaron sin efecto la “Zona de Protecciรณn Militar”ย alrededor de Malvinas, pero, establecieron un “Sistema Transitorio de Informaciรณn y Consulta Recรญproca“, y otros, que de transitorio no tuvieron nada y que obligan a la Armada Nacional y a la Fuerza รrea Argentina –al Ejรฉrcito ni siquiera se lo incluyรณ– a informar al Comandante de las Fuerzas Britรกnicas en Malvinas de todo movimiento marรญtimo y aรฉreo en el Atlรกntico Sur entre el paralelo 46ยบ S (Comodoro Rivadavia) y 60ยบ S (Islas Orcadas). Es decir, cedimos a los britรกnicos nuestra soberanรญa territorial y de defensa nacional en millones de km2ย del espacio marรญtimo y aรฉreo argentino, frente, a la Patagonia y Antรกrtida Argentina. ยฟNo es llamativo que, teniendo ocupada Malvinas, Georgias del Sur y Sรกndwich del Sur, como dije, no tengamos hipรณtesis de conflicto y ningรบn experto en defensa integre el Consejo Nacional de Malvinas?

Para ampliar en las cuestiones especรญficamente militares transcribirรฉ las opiniones del Dr. Julio Carlos Gonzรกlez, ex Director de Asuntos Jurรญdicos y Secretario Tรฉcnico de la Presidencia de la Naciรณn del gobierno constitucional del 25/5/1973 al 24/3/1976, momento en que fue detenido por golpe militar y รบltimo preso polรญtico en recobrar la libertad el 18 de abril de 1983, del que nadie podrรญa dudar de su espรญritu democrรกtico y nacional. Respecto a los Acuerdos de Madrid (“Los Tratados de Paz por la Guerra de Malvinas”, 1998; “Tratados por Malvinas del 15 de febrero de 1990: La entrega del paรญs a Gran Bretaรฑa, 14/2/2019), que ya en 1990 (La Prensa, 15/3/1990) habรญa desenmascarado con valentรญa y dignidad ciudadana, calificรณ a estos Tratados de ruines e ignominiosos ยซredactados por el Foreign Officeยป (Ob. Cit. pรกg. 129). ยฟTal vez el general Balza -el jefe del ejรฉrcito- se haya enterado por los diarios?

Refiere Julio Gonzรกlez sobre la ยซsubordinaciรณn de las fuerzas armadas argentinas a las fuerzas britรกnicasย (III): El art. 4ยฐ donde la delegaciรณn britรกnica anuncia la decisiรณn de su gobierno de “dejar sin efecto la Zona de Protecciรณn establecida alrededor de las islas Malvinas (Falkland)” fue publicitado como un logro del gobierno argentino, pero en cambio exhibe una supremacรญa total de Gran Bretaรฑa sobre el territorio de nuestro paรญs (…)ย  En efecto, desde el momento en que Inglaterra adquiere el derecho de controlar todos los actos de las Fuerzas Armadas de Argentina (art. 52ยบ A, B y C del Tratado) es innecesario que se mantengan efectivos de Gran Bretaรฑa para defender a las Islas Malvinas de un eventual ataque argentino.ย Con esta estipulaciรณn el Tratado ha reconocido lisa y llanamente el derecho posesorio inglรฉs sobre el Archipiรฉlago de Malvinas. Por su parte, en el art. 5ยฐ se consignan los derechos que adquiere Gran Bretaรฑa sobre las Fuerzas Armadas de la Repรบblica Argentina:

ยซA:ย ย El Sistema Transitorio de Informaciรณn y Consulta Recรญprocas sobre los movimientos de las unidades de sus Fuerzas Armadas en รกreas del Atlรกntico Sudoccidental. Las precisiones sobre este “Sistema Transitorio” (cuyo tiempo de duraciรณn no se determina), se hallan especificadas en el Anexo 1 del Tratado.
I: respecto alย Aumento del conocimiento recรญproco de las actividades militares en el Atlรกntico Surย este excede ampliamente al รกrea de las Islas Malvinas y su zona de exclusiรณn marรญtima y comprende cualquier quehacer militar en el Atlรกntico Surยป.

ยซB:ย Las Autoridades Militares.ย En este aspecto se dispone que Autoridades Militares han de ser las siguientes: Para la Repรบblica Argentina: La Autoridad Naval Argentina el comandante del รrea Naval Austral (Ushuaia). La Autoridad Aรฉrea Argentina el jefe de la Novena Brigada Aรฉrea (Comodoro Rivadavia). Para Gran Bretaรฑa: el comandante de la Fuerzas Britรกnicas en las Islas Malvinas (Falkland).ย Es importante seรฑalar, que el Tratado en este aspecto no otorga participaciรณn a la Autoridad del Ejรฉrcito Argentino que tiene competencia y jurisdicciรณn militar sobre todo el territorio continental de nuestro paรญs, no obstante que el Territorio Continental Argentino es objeto especรญfico del Tratado, comenzando por el ingreso y desplazamiento de sรบbditos ingleses cuya actividad en nuestro territorio por imperio del art. 13ยบ del Tratado queda exenta de toda visa consular o permiso previo de las autoridades argentinas. Esta omisiรณn es extremadamente grave si consideramos el antecedente de segmentaciรณn territorial de Harry S. Fernsยปย (Universidad de Birmingham en “Britain And Argentine in The Nineteenth Century” pรกg. 485 Ed.ย Hachette 1974. Idem Lord Franks “Report of Committee Of Privy Counsellors” publicado en “La Naciรณn”, pรกg. 9, 2/4/1983).ย Esta parte “B” complementa y reafirma el objetivo final que se persiguen los britรกnicos en materia militar. No sรณlo se busca una informaciรณn y consulta entre las Fuerzas Armadas sino establecer una “comunicaciรณn directa” entre las Islas Malvinas y el Territorio Continental que incremente el “conocimiento recรญproco” de las actividades militares en el Atlรกntico Sudoccidentalยป.

ยซC, D y E:ย Las vinculaciones entre las Autoridades.ย En el texto se estipula que el Ejรฉrcito Argentino no podrรก participar directamente de esas transmisiones porque segรบn el Tratadoย el Ejรฉrcito no reviste el carรกcter de Autoridad Militar de la Repรบblica Argentinaยปย (ยฟ?).ย Ya no por la defensa de la soberanรญa nacional, sino por la historia de sus patriotas y por la memoria de los hรฉroes nacionales de su arma que nos dieron la independencia, debiรณ renunciar.

ยซII: Respecto a la definiciรณn de unidadesย el Tratado determina la individualizaciรณn de naves y de todo el personal de las fuerzas argentinasยป.

ยซIII: Respecto a la informaciรณn reciproca sobre movimientos militaresย ambos paรญses se deben proporcionar con 25 dรญas de anticipaciรณn el movimiento de sus Fuerzas armadas y de los ejercicios que verifiquen unas y otras y, otra serie de exigencias operativas. Del anรกlisis de las coordenadas y paralelos es fรกcil advertir, que mientras los buques y aeronaves que se desplacen por la plataforma continental argentina han de estar subordinados a un fรกcil y seguro control britรกnico, los buques ingleses que naveguen desde nuestras costas hasta el meridiano 20 W no estarรกn sometidos a igual control argentino. Con esto, Gran Bretaรฑa se convierte en un estado ribereรฑo con la Argentina y se consolidan los tรญtulos ingleses de posesiรณn de Malvinas y, el litoral marรญtimo de Argentina y, su espacio aรฉreo respectivo queda sin lรญmite de tiempo bajo el control permanente de la Royal Navy y de la Royal Air Force. Este Anexo al que remite el art. 5ยฐ adjudica al Comando de las Fuerzas Britรกnicas de Malvinas (Falkland) la coordinaciรณn de los salvatajes marรญtimos con Ushuaia y la coordinaciรณn de los aรฉreos con C. Rivadaviaยป. Es fรกcil apreciar el lugar central que le dio el Reino Unido a las Malvinas y que la Argentina aceptรณ.

El Dr. Julio C. Gonzรกlez precisa: ยซEl Atlรกntico Sudoccidental en la actual reformulaciรณn geopolรญtica del mundo, es un รกrea decisiva en la confrontaciรณn Norte-Sur. Por lo tanto, su control por una potencia rectora del hemisferio norte como Inglaterra, con el consentimiento de Argentina, titular del espacio territorial y marรญtimo que conduce a la Antรกrtida, crea la posibilidad de que nuestro paรญs pueda ser el epicentro de un serio y grave enfrentamiento internacionalยป.ย No nos debiera asombrarnos hoy la presencia de naves y submarinos nucleares de estados Unidos. Y prosigue Gonzรกlez: ยซMรกs importante que tener la titularidad de una parte del Continente Antรกrtico a distribuir, es el dominio del corredor terrestre y marรญtimo que conduce a la Antรกrtida y, ese corredor, estรก integrado por la Patagonia Argentina y por el Mar Argentino que se extiende desde el sur de Tierra del Fuego e Islas de los Estados hasta las Islas Orcadas del Sur que se hallan situadas a la altura del paralelo 60 Sur (…) Todo lo transcripto y analizado hasta aquรญ, nos permite constatar que a partir del 31/3/1990 la Patagonia Argentina y el sur de mar argentino serรกn objeto de una soberanรญa compartida con Gran Bretaรฑaยป. Nada que no se estรฉ cumpliendo con el Reino Unido ocupando 1,6 millones de km2ย del sur-sur argentino.

ยซLa “Bilateralidad” de las relaciones militares entre Inglaterra y la Argentina excluyรณ toda participaciรณn del Ejรฉrcito Argentino, hizo lo mismo con la participaciรณn de otros Estados y de organismos internacionales. Es asรญ como la Argentina marรญtima y aรฉrea quedรณ en su parte austral bloqueada, vigilada y aislada por la hegemonรญa de una Potencia Extracontinental que usurpa un archipiรฉlago de su territorio y que ademรกs es รกrbitro permanente de sus fronteras con la Repรบblica de Chileยป.

Hacia 1998 Gonzรกlez decรญa: ยซNo tenemos noticia de que ningรบn jefe de las Fuerzas Armadas, ni en actividad ni en retiro, haya formulado alguna crรญtica a este Tratadoยป y, ello lo incluye en un rol protagรณnico al general retirado Martรญn Balza,ย que noย parece haber dicho nada sobre estos Acuerdos ni sobre los enemigos externos durante esa dรฉcadaย ya que, como jefe del Ejรฉrcito se mantuvo en silencio, al menos, hasta 1999. Fue un jefe obediente y por sus declaraciones posmorten relativas a Menem, lo sigue siendo: ยซrecibรญ la comprensiรณn y apoyo de Menemยปย (Mirรก, 17/2/2021).ย Nada comparable, a lo que el general Antonio Josรฉ de Sucre dirรญa a sus soldados al iniciarse la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824 que terminarรญa con los realistas en Amรฉrica: ยซDe los esfuerzos de este dรญa, depende la suerte de la Amรฉrica del Sudยป. ย ย 

Casi nadie estรก exento de responsabilidades. Pero los que debieron ser custodios de la soberanรญa nacional seguro que no. En el escenario de hoy, respecto a Malvinas, que es el resultado de los Acuerdos de Madrid 1989/90 y de otras medidas contrarias al interรฉs nacional de la dรฉcada del noventa, no me imagino al general (RE) Martรญn Balsa diseรฑando el plan estratรฉgico en el Consejo Nacional, para recuperar el ejercicio pleno de nuestra soberanรญa en Malvinas, Georgias del Sur, Sรกndwich del Sur, la plataforma continental y la Antรกrtida.
ย 
Sobre estos temas ยซescribo siempre que puedo, con nรกuseas al comenzarยป (Horacio Quiroga).

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Cรฉsar Lerena
Experto en Atlรกntico Sur y Pesca, ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Ctes) ex Profesor Universidad UNNE y FASTA, Ex Asesor en la H Cรกmara de Diputados y el Senado de la Naciรณn, Consultor, autor de 24 libros (entre ellos "Atlรกntico Sur, Malvinas y Reforma Federal Pesquera", 2019).

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