La primera misión exitosa de China a Marte, Tianwen-1, entró en órbita marciana el miércoles después de un viaje de siete meses a través del espacio interplanetario. Además de su orbitador, la Tianwen-1 lleva un módulo de aterrizaje y un rover, los cuales intentarán aterrizar en la superficie marciana en mayo.

La llegada de Tianwen-1 a Marte es otro triunfo para el programa de exploración planetaria de China, que ya ha logrado varias misiones pioneras en la Luna durante la última década. China es ahora la sexta entidad en poner una nave espacial en órbita alrededor de Marte, habiendo perdido el quinto lugar por solo un día: los Emiratos Árabes Unidos colocaron su sonda Hope en órbita marciana el martes.

Si el componente de superficie de Tianwen-1 logra su aterrizaje en unos pocos meses, China se convertirá en la segunda nación en haber colocado un rover operativo en el paisaje marciano después de Estados Unidos. Pero simplemente llegar a la órbita de Marte es un logro en sí mismo: China ha estado trabajando para este día desde la desgarradora pérdida de su primer disparo a Marte, una misión ruso-china llamada Fobos-Grunt, que quedó varada en la órbita de la Tierra en 2011 después de un lanzamiento con mal funcionamiento.

Si bien toda la misión se llama Tianwen-1, que significa “preguntas al cielo”, el rover tendrá un nombre separado que actualmente se está decidiendo en una votación pública.

Al igual que el rover Perseverance de la NASA, que aterrizará en Marte el próximo jueves, el rover de China está diseñado para buscar signos de vida pasada o presente en el planeta rojo. Si todo sale según lo planeado, el módulo de aterrizaje depositará el vehículo de manera segura en la región de Utopia Planitia de Marte, una de las cuencas más grandes del sistema solar.

Equipado con dos cámaras, varios detectores ambientales y un radar de penetración terrestre, el rover explorará la parte sur de este enorme cráter antiguo. Su sistema de radar podrá penetrar 100 metros (330 pies) en la superficie marciana, lo que potencialmente le permitirá obtener una vista de cerca de grandes depósitos subterráneos de hielo de agua que un orbitador de la NASA detectó debajo de la cuenca.

El rover es un paso hacia una futura misión de retorno de muestras a Marte, que es otro objetivo que tiene en común con Perseverance. Pero si bien los dos rovers comparten algunos objetivos científicos, su diseño es muy diferente: el de la NASA es más de cuatro veces más masivo que el rover de China y estará equipado con un pequeño helicóptero y un taladro de recolección de muestras.

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Redacción
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