El gobierno de Biden ha acordado aplazar los planes de reapertura del consulado de Estados Unidos en Jerusalén para los palestinos hasta que el nuevo gobierno israelí haya aprobado un presupuesto a principios de noviembre, según confirmó el miércoles un funcionario israelí.
EE.UU. teme que se produzcan movimientos que puedan desestabilizar la incipiente coalición del primer ministro Naftali Bennett y provocar el regreso del ex primer ministro Benjamin Netanyahu, dijo el funcionario, confirmando un informe anterior de Axios.
El consulado, que atendía principalmente a la población palestina en Jerusalén Este y Cisjordania, fue cerrado oficialmente en 2019 por el expresidente Donald Trump como parte del traslado de la embajada a Jerusalén por parte de la administración.
El gobierno de Bennett pidió el retraso, explicando que los miembros de la oposición utilizarían la reapertura de una misión de facto para los palestinos en Jerusalén para abrir una brecha en la coalición aún verde, dijo el funcionario.
El nuevo gobierno, formado por una serie de partidos de todo el espectro político, aún debe acordar la aprobación de un presupuesto antes de que pueda considerarse lo suficientemente estable como para resistir las críticas de la oposición. Dispone de 145 días desde su toma de posesión para hacerlo, de lo contrario se convocarán elecciones.
Funcionarios de la Autoridad Palestina dijeron a principios de este mes a los legisladores estadounidenses de visita que reconocían que tendrían que esperar a que el gobierno israelí se estabilizara para poder esperar gestos importantes, como la reapertura del consulado, según confirmó un asesor del Congreso a The Times of Israel.
El Departamento de Estado aún está manteniendo las primeras conversaciones sobre el asunto, y no se ha decidido la identidad del cónsul general que dirigirá la misión, según una fuente familiarizada con el asunto.
Se espera que el consulado se reabra en el mismo edificio de la calle Agron, en el centro de Jerusalén Occidental, donde estaba alojado hasta que la administración Trump plegó la misión a su nueva embajada, dijo la fuente.
La reapertura de un consulado en Jerusalén requerirá cierto grado de aprobación israelí y Bennett preferiría que una misión para los palestinos se ubicara en Ramallah, dijo la fuente.
A diferencia de la administración de Obama, los funcionarios de Biden han evitado identificar a Jerusalén Este como la capital de un futuro Estado palestino, insistiendo en cambio en que esas cuestiones se dejen a las partes para que las determinen en las negociaciones hacia una solución de dos Estados.
Biden hizo campaña sobre la reapertura tanto del consulado en Jerusalén como de la misión de la Organización para la Liberación de Palestina en Washington, que fue cerrada por Trump en 2018. Ambos movimientos se enfrentarán a obstáculos legales.
No está claro cuál será el papel específico del consulado. La antigua misión se encargaba de atender a todos los residentes de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este. Dado que la gran mayoría de esos civiles son palestinos, el consulado era conocido como el representante de facto ante ellos y sus diplomáticos se comunicaban regularmente con funcionarios de la AP.
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