El Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó el envío de unos 200 efectivos militares a Israel para participar en la implementación y supervisión del acuerdo de alto el fuego en Gaza, alcanzado esta semana bajo la mediación de la administración Trump y con el apoyo de Egipto, Catar y Turquía.
Fuentes del Comando Central de EE. UU. (CENTCOM) precisaron que las tropas integrarán un Centro de Coordinación Civil-Militar con sede en territorio israelí, encargado de monitorear el cumplimiento del cese de hostilidades, canalizar ayuda humanitaria y brindar apoyo logístico y de seguridad a las operaciones internacionales en curso.

Según los funcionarios consultados por Associated Press, el destacamento estará conformado por especialistas en transporte, planificación, ingeniería y logística, sin despliegue dentro de la Franja de Gaza. El objetivo será garantizar la estabilidad de la primera fase del acuerdo, que contempla la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, además de un retiro gradual de las tropas israelíes hasta la llamada “línea amarilla”, definida en el mapa del plan de paz estadounidense.
Un rol militar limitado pero simbólico
El despliegue de personal estadounidense en Israel marca la primera participación militar directa de Washington en el seguimiento del acuerdo, aunque bajo un mandato estrictamente no combatiente. Desde el Pentágono subrayan que se trata de una operación de apoyo técnico y de coordinación con aliados, ONG y actores privados, en una zona devastada tras dos años de guerra.
El anuncio llega un día después de que el presidente Donald Trump celebrara públicamente el inicio de la primera fase del plan, asegurando que “todos los rehenes serán liberados muy pronto” y que se trata de “un paso histórico hacia una paz duradera”. El acuerdo, impulsado desde la Casa Blanca con mediación árabe, establece un cese total de fuego, intercambio de prisioneros y retiro parcial israelí, bajo supervisión internacional.

Transición y desafíos
El nuevo equipo del CENTCOM tendrá también la misión de monitorear la transición hacia una administración civil en Gaza, una cuestión que sigue generando tensiones entre los mediadores regionales. Washington busca evitar un vacío de poder que permita el resurgimiento de facciones armadas o de milicias vinculadas a Irán, mientras Israel insiste en mantener el control de los accesos fronterizos durante la primera etapa del acuerdo.
En paralelo, el Pentágono confirmó que ningún militar estadounidense será desplegado dentro de Gaza, y que la cooperación se centrará en coordinar rutas humanitarias y asegurar el ingreso de suministros a través de corredores verificados por Naciones Unidas.
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