El presidente venezolano Nicolás Maduro firmó un decreto de conmoción externa como respuesta a las supuestas amenazas de EE.UU. La medida, anunciada por la vicepresidenta Delcy Rodríguez el 29 de septiembre, otorga poderes especiales al mandatario en defensa y seguridad frente al despliegue naval estadounidense en el Caribe. Caracas sostiene que la operación, presentada por Washington como un esfuerzo antidrogas, en realidad busca propiciar un cambio de régimen, lo que elevó ostensiblemente la tensión bilateral a niveles inéditos en los últimos meses.
Venezuela denuncia amenazas externas y refuerza su defensa interna
La vicepresidenta Rodríguez explicó que el decreto de conmoción externa faculta a Maduro para actuar con amplias prerrogativas en materia de defensa y seguridad. Según el Gobierno venezolano, esta decisión busca anticiparse a un escenario de agresión militar por parte de EE.UU., cuyo despliegue incluye ocho barcos y un submarino en aguas cercanas al Caribe. Washington sostiene que la operación tiene como objetivo combatir el narcotráfico, mientras Caracas la denuncia como parte de un plan de desestabilización.

Paralelamente, Venezuela intensifica su preparación interna. Maduro convocó a un simulacro nacional de protección civil y de defensa ante un eventual conflicto armado, con ejercicios en escuelas, hospitales y centros comunitarios. La medida se suma a llamados previos para incorporar civiles a la Milicia y entrenamientos militares en barrios populares. En el ámbito internacional, el canciller Yván Gil denunció ante la Asamblea General de la ONU la existencia de una amenaza militar ilegal contra el país, subrayando que se recurre a “mentiras perversas” para justificar operaciones encubiertas de Washington.
Maduro insiste en desmontar acusaciones de Estados Unidos
Ante los ataques a embarcaciones venezolanas por parte de EE.UU., Nicolás Maduro intensificó significativamente su retórica contra la Casa Blanca. En un mensaje difundido por redes sociales y la televisión estatal, acusó al presidente Donald Trump de promover una estrategia de desprestigio basada en acusaciones de narcotráfico y vínculos criminales. Maduro sostuvo que estas denuncias forman parte de un relato “del estilo de Hollywood” que busca presentar a Venezuela como un villano fabricado, con el objetivo de justificar sanciones, aislar a su gobierno y preparar el terreno para posibles agresiones militares.

El mandatario venezolano hizo énfasos en que “nadie allá cree las mentiras que difunden sobre Venezuela”, asegurando que la supuesta campaña internacional carece de sustento incluso en los propios datos de la DEA. Según Maduro, informes de organismos como la ONU, la Unión Europea y la Organización Mundial de Aduanas respaldan su versión y desmienten las acusaciones de Washington. Con este discurso desafiante, Caracas busca reforzar la idea de que la verdad de Venezuela prevalece frente a lo que considera una ofensiva mediática y política orquestada desde Washington.
Te puede interesar: Maduro podría decretar el estado de conmoción en Venezuela, en plena tensión con Estados Unidos













