Chile y Noruega dieron un nuevo impulso a su histórica relación en la Antártida, tras la firma de un memorándum de entendimiento entre el canciller chileno Alberto van Klaveren y el ministro de Desarrollo Internacional de Noruega, Åsmund Grøver, durante la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano en Niza. El acuerdo refuerza el compromiso de ambos países con la defensa del continente blanco como reserva natural dedicada a la paz y la ciencia, y busca fortalecer la cooperación científica, operativa y logística.
Fortalecimiento logístico y operativo en la cooperación antártica entre Chile y Noruega
Como parte del memorándum de entendimiento firmado en Niza, Chile y Noruega se comprometieron a profundizar la colaboración logística y operativa entre sus programas nacionales antárticos. Esto incluye la exploración conjunta de oportunidades para mejorar el intercambio de capacidades, recursos e infraestructura en terreno, facilitando un trabajo más eficiente y coordinado en las bases e instalaciones científicas. Ambas partes también manifestaron interés en colaborar con terceros países, especialmente en lo referente a las operaciones que se alinean con el mandato y los objetivos de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA).

En este marco, Chile aportará su amplia red logística compuesta por al menos diez bases en la Antártida, entre ellas cinco gestionadas por el Instituto Antártico Chileno (INACH) y otras bajo responsabilidad de las Fuerzas Armadas. El acuerdo también promueve el intercambio de información técnica y la realización de seminarios conjuntos de expertos, especialmente vinculados con la implementación armonizada del Código Polar en el Océano Austral.
La diplomacia antártica chilena en el escenario global
En calidad de país consultivo original del Tratado Antártico suscrito en 1959, Chile ha desempeñado un rol activo en la gobernanza del continente blanco, participando en las Reuniones Consultivas del Tratado Antártico y en la CCRVMA. Desde estos foros, promueve la protección del ecosistema antártico y rechaza cualquier intento de explotación comercial de minerales e hidrocarburos. Esta postura ha permitido a Chile afianzar su soberanía y su compromiso con el orden jurídico vigente, en un contexto de crecientes desafíos como el cambio climático o la presión internacional por recursos naturales.

Bajo la administración del presidente Boric, la diplomacia antártica chilena ha adquirido nuevo impulso. A través del fortalecimiento de alianzas estratégicas, como la recientemente suscrita con Noruega, y de su presencia efectiva en el continente mediante una red de bases científicas y militares, Chile refuerza su papel como actor clave en la defensa del régimen antártico. En un escenario cada vez más atravesado por disputas geopolíticas, el país busca proyectar una voz firme en favor de una Antártida dedicada exclusivamente a la paz, la cooperación científica y la sustentabilidad ambiental.
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