El Reino Unido avanza hacia una transformación de sus capacidades de defensa, con una inversión de mil millones de libras destinada a crear un “ejército de hackers” y reforzar su infraestructura tecnológica para enfrentar amenazas cibernéticas de alto nivel.

Un comando cibernético para combatir amenazas estatales
El plan contempla la creación de un comando cibernético y electromagnético que, bajo la dirección del general Sir Jim Hockenhull, tendrá la tarea de defender a las Fuerzas Armadas del Reino Unido contra ciberataques, además de coordinar operaciones ofensivas en la red.

Durante una visita al Ministerio de Defensa en Corsham, Healey subrayó que “la intensidad de los ciberataques que estamos viendo desde Rusia se ha intensificado, y el ciberespacio es ahora la vanguardia, no solo de la defensa, sino también de las disputas y la tensión entre países”, donde este contexto impulsa la necesidad de reforzar las capacidades cibernéticas y adoptar una postura más proactiva frente a estas amenazas.
Integración de capacidades y respuesta ágil en el campo de batalla
Además de la creación del comando cibernético, el gobierno británico destinará más de mil millones de libras a una nueva “red de objetivos digitales” que se espera esté operativa para 2027, que permitirá integrar sensores instalados en buques, satélites o aeronaves para detectar amenazas, que podrán ser neutralizadas mediante una amplia gama de respuestas, incluyendo aviones F-35, drones o ataques cibernéticos ofensivos.

The Telegraph informó que, con esta iniciativa, el Reino Unido planea otorgar a sus Fuerzas Armadas mayor capacidad de acción en el ciberespacio, reconociendo que “el teclado se ha convertido en un arma de guerra”. El Comando Cibernético y Electromagnético se centrará también en operaciones de guerra electrónica, como la degradación de sistemas de mando y control enemigos, la interferencia de señales de drones o misiles, y la interceptación de comunicaciones adversarias.
Un cambio estratégico ante amenazas globales
Desde hace cinco años, la Fuerza Cibernética Nacional ha estado ejecutando operaciones de piratería informática en nombre del ejército británico. Ahora, bajo el nuevo marco estratégico, estas capacidades ofensivas se integrarán de forma sistemática con el Comando Cibernético y Electromagnético, que liderará las acciones en la web y reforzará las defensas nacionales frente a ciberataques.

Países como Rusia, China, Irán y Corea del Norte cuentan con unidades especializadas de hackers que buscan acceder a información sensible o lanzar ataques cibernéticos, lo que refuerza la necesidad de una respuesta británica robusta.
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