Frente a los recientes despliegues y ejercicios realizados por EE.UU., principalmente en países como Japón, un alto mando militar considera que las maniobras envían un mensaje a China “que no se puede ignorar”. Los comentarios hacen referencia al ejercicio de principios de semana en la base aérea estadounidense de Kadena, Japón, donde fueron desplegados más de 53 aviones.

La maniobra formó parte de una demostración de capacidad más amplia en la que se exhibió el poderío aéreo militar estadounidense, en un contexto regional marcado por la creciente presencia militar de China y la necesidad desde Washington de disuadir las crecientes tensiones en el Indo-Pacífico. En este contexto, aviones de combate, helicópteros de rescate y aviones espía recorrieron la pista de la base junto a sistemas de defensa antimisiles Patriot.
Los detalles del ejercicio
El ejercicio de “paseo de elefantes” en la base aérea de Kadena buscó ejercitar a los aviadores en la preparación de un gran número de aviones para despegar en rápida sucesión. Se lo denomina de esta manera para hacer referencia al rodaje de aviones militares en masa antes de despegar en formaciones de una sola fila como una manada de elefantes caminando trompa con trompa, expresión que se remonta a la Segunda Guerra Mundial.
Los “paseos de elefantes” suelen contar con un gran número de aeronaves, y la de la Base Aérea de Kadena contó con 53 aviones de las Fuerzas Aéreas y de la Armada, así como dos baterías de defensa antiaérea Patriot del Ejército. Se considera la mayor jamás celebrada en Japón, casi el doble de la exhibición de 33 aviones del año pasado en la base, que contó con F-22 Raptors y F-16 Fighting Falcons.

En términos de capacidades, los aviones de combate constituyeron más de la mitad del paseo de elefantes, con 24 F-35A, ocho F-15E y dos EA-18 Growlers de la Armada. También se presentaron seis helicópteros de rescate HH-60 Pave Hawk, dos aviones no tripulados MQ-9 Reaper, dos aviones de carga para operaciones especiales MC-130J Commando II y seis aviones de reabastecimiento KC-135 Stratotanker.
Según se confirmó, también estuvieron presentes un avión de vigilancia por radar E-3G Sentry, un avión de inteligencia de señales RC-135 Rivet Joint y un P-8 Poseidon operado por la Armada para patrulla marítima y reconocimiento. Como fue mencionado anteriormente, la formación estaba flanqueada por dos interceptores de misiles Patriot MIM-104 del ejército estadounidense.
Un claro mensaje en un contexto regional tensionado
La demostración de fuerza aérea en Okinawa fue una iteración del Ejercicio Beverly Herd, un ejercicio militar anual que prepara a las fuerzas estadounidenses y aliadas para el combate en el Pacífico. Sin embargo, las maniobras militares se producen en un contexto aún más amplio.
Marcado por la creciente presencia militar de China y los constantes esfuerzos por aumentar sus capacidades disuasivas, el Indo Pacífico se postula como una región convulsionada en múltiples aspectos. Los mayores focos de tensión se hallan en torno a Taiwán, isla que Pekín considera propia, y el Mar de China Meridional, marcado por múltiples reclamaciones territoriales.
Por estos motivos, el sargento mayor jefe Brandon Wolfgang, sargento mayor jefe del mando del Ala 18, afirmó que un “paseo de elefantes” como éste “envía un mensaje que no se puede ignorar”. “Muestra a nuestros aviadores, aliados y adversarios que estamos unidos y que somos capaces de hacer frente a los desafíos”, subrayó sobre el despliegue reciente.
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