Una nueva imagen satelital ha revelado la ubicación del portaaviones estadounidense USS Harry S. Truman en el extremo norte del Mar Rojo, en plena escalada militar entre Estados Unidos y los rebeldes hutíes de Yemen, donde la presencia del buque insignia en la región de Medio Oriente confirma la creciente presión del Pentágono para sostener su campaña ofensiva en el Mar Rojo y el Golfo de Adén, en medio de crecientes tensiones con Irán y sin avances concretos en las negociaciones nucleares.

El USS Harry S. Truman, que ha estado implicado directamente en las operaciones contra los hutíes desde marzo, ha sido blanco de reiterados ataques con misiles y drones, aunque hasta ahora no se han reportado daños confirmados.

Como parte del esfuerzo bélico, otras unidades navales estadounidenses que operaban en el Pacífico Occidental han sido reasignadas al área de responsabilidad del Comando Central (CENTCOM), en una clara señal de la importancia estratégica que la administración Trump le asigna a Medio Oriente.

Refuerzo naval y extensión del despliegue militar en la región

Según Associated Press, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ordenó una nueva extensión del despliegue del Truman, con el objetivo de sostener las operaciones contra el grupo Ansar Allah, más conocido como hutíes, que ha lanzado más de un centenar de ataques contra buques mercantes desde el estallido del conflicto en Gaza en 2023, afectando una ruta comercial clave entre Europa y Asia.

La extensión del despliegue marca la segunda prolongación desde que el presidente Donald Trump autorizó ataques directos en Yemen el 15 de marzo. Foto: ARA.

En paralelo, el portaaviones de propulsión nuclear USS Carl Vinson, equipado con cazas F-35C, también se sumó al operativo, operando en el Mar Arábigo, además, la Armada estadounidense ha intensificado su presencia aérea y naval, que ahora incluye destructores como el USS Milius, originalmente asignado al Pacífico Occidental y actualmente desplegado en Medio Oriente.

Resistencia hutí y mensajes cruzados con Teherán

En respuesta, los hutíes reivindicaron nuevas acciones ofensivas. Según su portavoz militar, Yahya Saree, drones y misiles fueron utilizados para atacar tanto al Truman como al Vinson en una operación reciente, asegurando también haber derribado un caza F-18 y frustrado un intento de ataque aéreo estadounidense, lo que obligó al Truman a retirarse hacia el canal de Suez.

El Departamento de Defensa informó que los bombardeos de CENTCOM ya han alcanzado más de 1.000 objetivos hutíes. Foto: Mohammed Huwais/AFP/Getty Images.

Aun así, Teherán ha negado brindar apoyo directo al grupo rebelde, aunque mantiene su respaldo político, pero, al mismo tiempo, ha advertido contra cualquier agresión directa a su territorio, condenando los ataques estadounidenses en Yemen y elevando el tono ante posibles escaladas.

La disuasión estadounidense en entredicho

Las declaraciones de Hegseth reflejan el endurecimiento del discurso oficial: “La libertad de navegación es un interés nacional fundamental. Cuando los hutíes dejen de atacar, esta campaña terminará. Hasta entonces, será implacable”.

Pese al despliegue intensivo, la resistencia hutí plantea un serio desafío a la capacidad de disuasión estadounidense y evidencia que, a pesar del poder militar desplegado, no se ha logrado una resolución clara del conflicto. Foto: Middle East Eye.

Con el Mar Rojo convertido en un escenario prioritario para Washington, es previsible que la Administración Trump redoble sus operaciones en la zona. La guerra con los hutíes no solo compromete la estabilidad del tráfico marítimo internacional, sino que también reaviva el riesgo de una confrontación más directa con Irán en un momento de fragilidad diplomática y tensión regional sostenida.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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