En un nuevo capítulo de la guerra en Ucrania, Rusia lanzó una serie de ataques masivos con drones sobre varias ciudades ucranianas durante la madrugada del martes 29 de abril, provocando al menos un muerto y medio centenar de heridos. Las ciudades más afectadas fueron Járkov y Dnipró, donde los impactos golpearon tanto infraestructura civil como edificios residenciales, dejando una estela de destrucción que vuelve a poner en el centro del debate internacional la necesidad de una presión más firme sobre Moscú.

Oleada de drones: una táctica que se profundiza

Según informaron autoridades locales, los ataques fueron llevados a cabo mediante enjambres de drones kamikaze, una modalidad que Rusia ha venido utilizando con mayor frecuencia para saturar las defensas aéreas ucranianas y maximizar el impacto en centros urbanos.

En Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania y ubicada a escasos kilómetros de la frontera rusa, los drones impactaron en zonas densamente pobladas. El gobernador regional, Oleh Syniehubov, confirmó que al menos 47 personas resultaron heridas, entre ellas dos menores de edad y una mujer embarazada. Edificios de departamentos, viviendas particulares, una instalación médica y otras infraestructuras civiles fueron blanco de los ataques.

En la ciudad sureña de Dnipró, el saldo fue aún más trágico: un hombre de 53 años murió y otra persona resultó herida tras una serie de explosiones que además provocaron incendios en zonas residenciales. “Fue una noche muy difícil para Dnipró”, afirmó el gobernador regional, Serhiy Lysak.

“Presión real, no palabras vacías”, exige Zelenski

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denunció que más de 100 drones fueron lanzados en total por las fuerzas rusas en distintos puntos del país. En un mensaje difundido en sus redes sociales, reclamó una respuesta internacional más contundente: “Es por eso que se necesita ejercer presión real sobre Rusia: sanciones adicionales que realmente funcionen. No palabras, no intentos de persuasión, sino acciones que obliguen al Kremlin a cesar el fuego y poner fin a la guerra”.

Zelenski hizo especial énfasis en la necesidad de que Estados Unidos –principal socio occidental de Ucrania– aumente la presión política, económica y diplomática sobre Moscú. Si bien Washington ha impulsado propuestas de paz en los últimos meses, también ha advertido que se retirará del rol mediador si ambas partes no presentan propuestas concretas de negociación.

Escalada militar a pesar del anuncio de tregua rusa

En un intento de capitalizar conmemoraciones históricas, el presidente ruso Vladímir Putin anunció una tregua unilateral de tres días del 8 al 10 de mayo, en el marco del 80.º aniversario de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, sobre el terreno, la ofensiva rusa sigue intensificándose. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Oleksander Syrskyi, aseguró este miércoles que las tropas rusas han incrementado significativamente su actividad bélica en el este del país, contraviniendo cualquier gesto de desescalada.

Por su parte, el alcalde de Járkov, Ihor Terekhov, detalló que múltiples barrios de la ciudad fueron atacados, incluyendo zonas densamente pobladas. “Los ventanales de nuestros edificios volaron por los aires; nuestro balcón quedó destruido”, relató una vecina al medio Reuters, describiendo el caos posterior a la explosión.

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Redacción
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