China ha intensificado su presencia militar en el Mar de China Meridional mediante el despliegue de lanchas lanzamisiles furtivas Tipo 22, como parte de una estrategia naval orientada a confrontar a fuerzas superiores mediante plataformas de bajo perfil, alta velocidad y notable capacidad ofensiva.

Según informó el 28 de abril el medio estatal Global Times, las unidades han sido movilizadas con el objetivo de interceptar buques de guerra extranjeros, en particular destructores estadounidenses del tipo Arleigh Burke, que operan cerca del disputado archipiélago de las Spratly.

Estas embarcaciones, conocidas por la OTAN como clase Houbei, son la pieza central de la doctrina de defensa costera del Ejército Popular de Liberación (EPL). Foto: EPL.

Con un desplazamiento de apenas 220 toneladas, contrastan con los más de 10.000 que desplazan los buques estadounidenses. Su diseño, introducido en la primera mitad de la década de 2000, prioriza velocidad, sigilo y potencia de fuego, posicionándolas como vectores idóneos para escenarios de alta tensión en entornos litorales restringidos.

Impulsadas por motores diésel de casi 7.000 caballos de fuerza y cuatro chorros de agua, las Tipo 22 alcanzan velocidades superiores a los 35 nudos, con registros que llegan a los 50 en condiciones operativas específicas, donde su calado mínimo de 1,5 metros permite una navegación eficaz en aguas someras, donde embarcaciones de mayor calado verían limitada su maniobrabilidad.

El empleo de aleación de aluminio y una superestructura angular con camuflaje digital reduce su huella en el radar, consolidando sus atributos furtivos. Foto: EPL.

Más allá de su rol interceptor, el EPL ha ampliado las funciones del Tipo 22 a tareas de patrullaje, escolta y vigilancia, así como operaciones coordinadas con la Guardia Costera china, respondiendo a una lógica de control del espacio marítimo, reforzada con recursos de bajo coste operativo y alto valor táctico.

Uno de los episodios destacados recientemente por los medios estatales involucró a una de estas embarcaciones bajo el mando del capitán Yang Wu, que enfrentó a un buque extranjero con un desplazamiento cercano a las 9.000 toneladas, que, gracias a su agilidad, sigilo y reacción inmediata, la lancha logró asegurar su zona operativa, demostrando su capacidad de respuesta frente a amenazas convencionales de gran tamaño.

Desde el punto de vista armamentístico, cada unidad está equipada con dos lanzadores cuádruples para misiles antibuque subsónicos YJ-83, una carga ofensiva comparable a la de fragatas medianas. Foto: EPL.

A esto se suma un cañón Gatling H/PJ-13 de 30 mm, orientado a neutralizar blancos pequeños a corta distancia, y contramedidas electrónicas básicas como bengalas de interferencia. No obstante, la ausencia de un sistema CIWS integrado constituye una vulnerabilidad frente a amenazas aéreas o misiles de precisión.

En términos de sensores, el Tipo 22 está limitado por su radar de superficie H/LJQ-362 y el sistema de control de tiro H/ZFJ-1A, por lo que depende de una arquitectura de combate en red para operar de forma eficaz, ya que esta carencia refuerza su rol dentro de una red de mando ampliada que incluye unidades aéreas y buques mayores, capaces de proporcionar datos de localización, identificación y seguimiento a través de enlaces de datos en tiempo real.

Durante las recientes celebraciones del 76.º aniversario de la Armada del EPL, China exhibió más de treinta embarcaciones, incluyendo varias unidades Tipo 22. Foto: EPL.

La cobertura oficial remarcó su valor como primer buque de misiles furtivo, primer catamarán militar y primera unidad de combate propulsada por chorro de agua del país, esta triple condición lo posiciona como símbolo de la evolución de la capacidad marítima de China desde una marina costera hacia una fuerza de disuasión regional con aspiraciones oceánicas.

El mantenimiento de esta clase de embarcaciones, en paralelo al desarrollo de destructores, portaaviones y submarinos de propulsión nuclear, refleja una estrategia de disuasión estratificada. Mientras que los buques de gran tonelaje proyectan poder a larga distancia, las unidades Tipo 22 representan una amenaza inmediata, difícil de neutralizar, especialmente en zonas donde la superioridad numérica y tecnológica no garantiza la supremacía táctica.

La persistencia del EPL en sostener plataformas asimétricas de este tipo revela un patrón deliberado: dificultar las decisiones operativas de flotas como la estadounidense, maximizando el costo y la incertidumbre de cualquier despliegue ofensivo.

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Redacción
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