Imágenes satelitales recientes revelaron la existencia y actividad de una base militar china hasta ahora en gran medida desconocida, ubicada en Qingdao, con acceso directo al Mar Amarillo, el Mar de China Oriental y el Mar de Japón. Allí se identificaron al menos seis submarinos nucleares operativos, confirmando una nueva fase en la expansión marítima del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Según analistas, cinco de los submarinos presentes están armados convencionalmente, incluyendo dos unidades de la clase Tipo 091 y dos de la clase Tipo 093A, junto con un submarino no identificado. También se observó el envejecido Tipo 092, recientemente reemplazado por el más moderno Tipo 094, especializado en misiles balísticos.

La base, estratégicamente posicionada, emerge como un nodo central en el plan de Beijing para consolidar una armada de “aguas azules”, es decir, con capacidad de operar en alta mar más allá de sus costas. Este tipo de despliegue sugiere que China no solo busca fortalecer su defensa costera, sino proyectar poder en el eje Indo-Pacífico, incluyendo rutas marítimas críticas hasta la tercera cadena de islas y potencialmente, hacia el Océano Índico y Australia.
El crecimiento de esta capacidad preocupa a diversos analistas occidentales. Robert Clark, representante del Comité para la Libertad en Hong Kong, advirtió que este desarrollo “refuerza la ambición de China de aumentar su capacidad nuclear y dominar las líneas estratégicas de comunicación marítima”. Por su parte, Luke De Pulford, de la Inter-Parliamentary Alliance on China, alertó sobre “el mayor rearme militar de la historia moderna”, en el que el mundo democrático mantiene una postura complaciente.
Actualmente, China posee unas 600 ojivas nucleares y mantiene, al menos oficialmente, una política de no primer uso. Desde 2010 ha construido 12 submarinos nucleares, entre ellos seis del tipo Jin (Tipo 094), capaces de lanzar hasta 12 misiles balísticos cada uno. Estos fueron mostrados con orgullo en el desfile militar por el 70° aniversario de la fundación de la República Popular. Se espera que un nuevo modelo, el Tipo 096, esté operativo en la próxima década con misiles de mayor alcance, fortaleciendo así su capacidad de disuasión estratégica.

Datos de inteligencia estadounidenses estiman que la flota submarina de China pasará de los actuales 60–65 submarinos a unos 80 para el año 2035. La combinación de unidades nucleares y convencionales permite a Beijing desarrollar una estrategia de segunda respuesta, asegurando la capacidad de represalia nuclear aún en caso de un ataque inicial devastador.
Este desarrollo no es aislado: el Ministerio de Defensa de Taiwán reportó recientemente un aumento significativo en las actividades del EPL, detectando 34 aeronaves militares y seis embarcaciones de guerra en las inmediaciones de la isla. A esto se suma la reciente realización de ejercicios de fuego real en el estrecho de Taiwán y simulacros defensivos por parte de las fuerzas taiwanesas.
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