China evalúa incrementar sus compras de GNL ruso en 2025, en momentos en que la Unión Europea ultima su estrategia para eliminar completamente las importaciones de gas del país euroasiático para 2027.

Esta convergencia de decisiones estratégicas puede marcar un nuevo punto de inflexión en la reconfiguración energética global impulsada por la guerra en Ucrania y la competencia geopolítica entre potencias.

Según declaró el embajador chino en Moscú, Zhang Hanhui, los importadores de su país buscan ampliar su acceso al GNL ruso, particularmente de las plantas de Yamal LNG, ubicada en el Ártico, y Sakhalin-2, en el Lejano Oriente, aunque ambas instalaciones operan con capacidad limitada, por lo que la atención se ha desplazado hacia Arctic LNG 2, un proyecto parcialmente concluido y afectado por las sanciones estadounidenses.

Arctic LNG 2, sanciones y triangulación logística

El proyecto Arctic LNG 2 fue diseñado para abastecer principalmente al mercado asiático, pero las sanciones impuestas por Washington en 2023 y principios de 2024 detuvieron entregas y paralizaron la construcción de algunos módulos clave.

Los compradores chinos, temerosos de enfrentar sanciones secundarias, inicialmente rehusaron aceptar cargamentos procedentes de esta terminal.

Sin embargo, desde enero no se han anunciado nuevas medidas punitivas contra el sector energético ruso en el Ártico, lo que ha contribuido a una paulatina relajación del riesgo percibido entre los importadores chinos, lo que podría allanar el camino para recibir cargamentos del Arctic LNG 2 mediante esquemas logísticos alternativos, como transferencias de barco a barco o almacenamiento flotante en Kamchatka, a bordo de la barcaza Koryak.

Imágenes satelitales recientes revelan actividad en las líneas de producción de la planta, conocidas como Tren 1 y Tren 2, donde la quema de gas detectada en marzo sugiere que la planta podría estar entrando en fase de mantenimiento o pruebas operativas, en preparación para un reinicio parcial de producción durante el verano boreal.

Imagen satelital del 14 de abril de 2025 que muestra la quema de gas continua en Arctic LNG 2, tanto del Tren 1 como del Tren 2, así como de la antorcha principal. Fuente: Sentinel 2.

Competencia energética entre la UE y Asia

Mientras China explora vías para aumentar su suministro de GNL ruso, la Unión Europea se prepara para presentar formalmente su hoja de ruta hacia la independencia energética respecto de Moscú.

La propuesta, cuya publicación está prevista para mayo, ha sido aplazada en varias ocasiones debido a divisiones internas, que, aunque países como Francia y Bélgica aún reciben GNL del Ártico, otros Estados miembros, liderados por Alemania y Polonia, presionan por cortar todo vínculo energético con Rusia.

Hungría y Eslovaquia, por ejemplo, siguen dependiendo del gas ruso por gasoducto y muestran escasa voluntad para asumir costos económicos o riesgos políticos. A su vez, la compra creciente de GNL estadounidense por parte de países europeos, en parte como gesto político hacia Washington, introduce nuevos elementos de presión sobre Bruselas, sobre todo en un contexto de tensiones comerciales con la administración Trump.

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Redacción
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