Ecuador elige presidente el próximo domingo 13 de abril, en medio de una ola de crímenes que transforma al país andino en el más peligroso de la región. 13 millones de ecuatorianos definirán el rumbo del país a través del voto popular. Los candidatos son el actual presidente, Daniel Noboa, y la correísta Luisa González.
Escenario Mundial viajó a Quito para realizar una cobertura de los primeros comicios de este año en la región, y mantuvo diálogo con uno de los analistas más consultados de Ecuador, Esteban Ron, especialista en derecho constitucional y temas electorales, que definió a estos comicios en tres factores: “polarización absoluta”, “indeterminación para el elector”, y “candidatos petulantes”.
El Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UISEK, con un máster en Democracia y Gobierno, y magíster de Comunicación Estratégica, Ron, contextualizó a la elección como un “Ámbito de confrontación”, en el que se generó “una grieta”. “La gente que vota a Noboa, no tolera al correísmo y viceversa”.
¿Cómo llega a ecuador a este balotaje en términos políticos y cuál es la diferencia con la primera vuelta en cómo llegan los candidatos?
ER: “Llegamos con tres características sociopolíticas, la primera de esas es una polarización absoluta entre dos bandos creados por narrativas de los propios candidatos y de sus propias tiendas políticas en los cuales tú puedes como elector tomar una decisión pero entre antípodas: blanco o negro, izquierdo o derecha, o bueno y malo. Ahí metemos la siguiente variable en una indeterminación, la indeterminación que tenemos los electores en ecuador es bastante complicada en este momento porque no hay una línea hegemónica”.
“ADN, la organización política del presidente Noboa es un fenómeno en construcción y revolución ciudadana dejó de ser ya un partido político, ya no se genera una militancia sino más bien tenemos una adhesión emocional. Ninguna de las dos organizaciones políticas demuestran tener estructuras sólidas, entonces tienes ese tipo de indeterminación”.

“Llegamos a una elección con un ánimo social de dos candidatos bastante petulantes. Una petulancia desde la demagogia, no se han concentrado, no hemos visto como ecuatorianos, realmente cómo se va a realizar esta política pública, cómo se va a ejecutar esta idea, no se aterrizan a través de planes o programas sino que queda todo en el aire a través de ofrecimientos demagógicos, entonces también llegamos con ese ánimo y finalmente el más preocupante es que llegamos con un ánimo muy confrontacionista”.
“Una de las cosas más complicadas es que llegamos con inseguridad jurídica, es entendido a escala internacional que lamentablemente el presidente Novoa ha obviado algunas disposiciones constitucionales y legales de cara a su campaña, por ejemplo el hecho de no pedir licencias sin remuneración, buscando recovecos de carácter jurisprudencial, sentencias emitidas por la Corte Constitucional para no dar cumplimiento a esto, por la pelea que obviamente tiene con la vicepresidenta, vemos a dos instituciones electorales muy blandas”.
Si Noboa gana, ¿le pueden hacer un juicio político?
ER: “El propio hecho de que el presidente Novoa esté haciendo campaña sin haber pedido licencia, sin remuneración, te podría generar un espectro de la configuración de uno de estos delitos, principalmente el cohecho, y claro, la configuración constitucional del juicio político en el Ecuador, no requiere de una sentencia condenatoria ejecutoriada previa para que se puede instaurar el juicio político, sino que solo con el ánimo, perdón, solo con la decisión parlamentaria, con una leve sospecha de lo que puede haber sucedido, se puede iniciar el juicio político, entonces yo creo que en ese sentido el presidente Novoa corrió un riesgo muy alto”.
“Noboa corrió un riesgo muy alto al no haber pedido licencia sin remuneración, eso pena de un juicio político posterior, además con una asamblea nacional, un legislativo que está absolutamente polarizado también, estamos hablando de que vamos a tener 151 asambleístas, 69 de los cuales son correístas y 68 de ADN, no hay puntos de intermedios, en este caso podrían salvar una negociación o en su defecto podrían tomar o ser una boya de auxilio en el caso de que se active el juicio político, entonces es un riesgo muy alto que corrió el presidente, y creo que es consciente de dicho riesgo, pero creo que le pueden otro tipo de fuerzas, inclusive de carácter personal”.
Qué representa Daniel Noboa luego de un año y medio de mandato
ER: “En 2023, en la elección post muerte cruzada, Daniel Noboa todavía calzaba dentro de la figura del outsider. Ahora, obviamente Daniel Novoa, con todo el capital económico y político que pudo haber adquirido en el último año, en primer lugar tiene su propia organización política, y es una organización política monolítica, es decir, solo gira alrededor de Daniel Noboa”.

“En primer lugar, la gran diferencia es que ahora él entra con un fenómeno político llamado ADN, monolítico y todo, pero bastante fuerte. Tiene una adhesión circunstancial fuerte de muchos sectores sociales más que políticos, tiene una adhesión construida también a raíz de ser la alternativa contra el correísmo, igual forjada en este año y medio. Se generó una narrativa de ser, como te decía, la antípoda del correísmo y además la única opción que podría darte una seguridad frente a una opción que ya se conoce y que podría inclusive ser contra las normas esenciales de la democracia como el correísmo”.
“Lo que tanto se ha criticado en Ecuador, que Daniel Noboa y su Estado Ministerial no tienen conocimiento de la cosa pública, no saben cómo funciona el Estado, pero tratan de darle la vuelta a eso”.
Y Luisa González, para el electorado, ¿qué representa?
ER: “Empieza a representar algo diferente a lo que ha sido el correísmo. Sí, el correísmo representó siempre, del centro hacia la izquierda, una opción social, una opción que significaba, creo que, regresar a los valores más básicos culturales del Ecuador, pero claro que tuvo su deformación una vez ya en el poder. El correísmo no ha logrado salir de ese nudo gordiano de ser como la opción política que tuvo el Ecuador, un Ecuador con mucho dinero, siguen las arcas fiscales, pero con mucha corrupción”.
“La segunda cosa es que es una Luisa González diferente a la del año 2023. En aquel entonces, Luisa González, era el del fin de Rafael Correa. Ni siquiera generaba o te daba un tema de confianza o independencia respecto a las decisiones que pueda tener Rafael Correa. Además una Luisa González sin una consolidación política y con mucha aversión inclusive dentro del correísmo, ya que se barajaban otros nombres. Creo que el correísmo le vuelve a apostar a ella por un fenómeno que creo que es claro. Que es que ella ya ganó cierto capital político en las elecciones previas, mal o bien. O sea, hubo una movilización de electorado favorable a ella y creo que el correísmo fue consciente de esto”.

“Una opción de diálogo, una opción de las causas sociales. Una Luisa González con mayor conocimiento del Estado y de la cosa pública. Una Luisa González más alineada hacia fines estratégicos de carácter económico y además en temas de seguridad. la vendieron igual, generando una narrativa como una mujer fuerte, guerrera, luchadora. Que eso mal o bien te mueve algo de las fibras todavía de ciertos grupos electorales. Creo que esa es la diferencia. Con una estructura partidaria más sólida y que la den más a ella. Como la última opción que tiene el correísmo para recuperar el poder”.
¿cómo ves que influye un poco la cuestión de la violencia y la inseguridad en el voto?
ER: “Hay una narrativa detrás de las elecciones con la cuestión de la inseguridad. La hubo en las elecciones 2023 y que se ratificó algo en la primera vuelta, que es el temor que tenemos los ecuatorianos de que algo suceda alrededor del proceso electoral. ¿A qué me refiero? A un atentado o así o pseudo terrorista en los recintos electorales. Algo de alta magnitud. Creo que ese es el temor más grande que se tiene y que se empañe con esto el proceso electoral”.
“Hay cierto nivel de confianza en cuanto al operativo, no a lo político, y hay una disposición de que en las zonas calientes de Ecuador, el Consejo Nacional Electoral y las Fuerzas Armadas, ni siquiera policiales sino las Armadas, toman control de los procedimientos electorales 48 horas antes del escrutinio. Inclusive, en ciertos lugares, 72 horas antes del día que tú vienes del país, el día viernes. Y eso también le genera algo de seguridad al elector, pero siempre hay este temor al atentado masivo, justamente por la cualificación de los grupos de delincuencia organizada como terroristas”.
¿Hay chances de que haya fraude?
ER: “Lamentablemente los dos candidatos han generado nuevamente o han traído la figura del fraude al Ecuador desde distintos ámbitos. Entonces, nuevamente está muy latente el tema del fraude, creo que más hacia la figura del Consejo Nacional Electoral, pero los dos candidatos no cuidaron de esa forma, lo trajeron, y eso va a ser durísimo, mira que en un tema tan polarizado, salvo que Luisa González por ahí despegue con unos 3 puntos, más del 2.5 habrá un reconocimiento del resultado”.
“Mientras que en el caso de que Daniel Noboa igual no despegue, tendría o aseguraría su ganancia y legitimidad con menos puntos porcentuales, pero igual el correísmo lo va a acusar de fraude, entonces vamos a tener ese vaivén, salvo que la diferencia sea muy notoria, o por lo menos contrastable”.
¿Cuál es el primer desafío que enfrentará el próximo presidente?
“El primer desafío, va a depender de quien gane, Luisa González en primer lugar, si es que ganase, el desafío inicial es dar tranquilidad al Ecuador dentro de la política pública general y más que nada la geopolítica, cuál va a ser su alineación internacional y dar esa tranquilidad, o sea no desvalorización, no alianzas estratégicas irrestrictas con Maduro”.
“Noboa es reaccionar ante la demanda social. Tiene una deuda social muy amplia en este momento, por todos los ofrecimientos no ejecutados sociales, digamos que en lo económico algo se ha hecho, se han estabilizado las finanzas públicas y ha tenido buenas acciones en ese sentido, sin embargo la deuda social, esa que se siente, esa que se falta, es la que va a ser mucho más demandada en el caso de Noboa”.
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