El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció, durante una conferencia conjunta con el presidente panameño José Raúl Mulino en Ciudad de Panamá, que Washington trabajará para recuperar el control estratégico del Canal de Panamá frente a la creciente influencia china en la región, afirmando que Estados Unidos y sus aliados se comprometen a preservar el carácter neutral del canal, recalcando que “China no construyó este canal. China no lo opera y no lo convertirá en un arma”.

Hegseth fue recibido por el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Frank Ábrego, y sostuvo reuniones a puertas cerradas con el presidente Mulino y otros altos funcionarios, aunque evitó declaraciones públicas a su llegada, su presencia envía una señal clara de que el canal ha vuelto al centro del interés estratégico de Estados Unidos en el hemisferio occidental. Foto: EFE.

La visita de Hegseth, la primera de un secretario de Defensa estadounidense en décadas a Panamá, se produce en un momento de especial sensibilidad geopolítica, coincidiendo con las crecientes preocupaciones en Washington por el alcance comercial de empresas chinas en torno al canal, así como con las tensiones generadas por declaraciones del presidente Donald Trump, quien ha sugerido que Estados Unidos debería recuperar el control del canal para garantizar su seguridad estratégica.

Panamá y su distanciamiento de la Iniciativa de la Franja y la Ruta

En febrero, el gobierno panameño anunció su decisión formal de desvincularse de la Iniciativa de la Franja y la Ruta impulsada por China, medida celebrada en Washington, formando parte de un giro más amplio en la política exterior del presidente Mulino, que ha buscado alinearse con las prioridades de seguridad del Donald Trump, especialmente en materia migratoria.

Entre otras acciones, Panamá ha aceptado vuelos de deportación de migrantes no panameños y ha cooperado en el control del flujo migratorio a través de la selva del Darién, un punto neurálgico en la ruta hacia Norteamérica. Foto: Carlos Lemos / EFE.

Según Ryan Berg, director del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), la diplomacia pública de Washington en torno al canal ha sido históricamente poco efectiva, pero Mulino representa un aliado clave en un momento de creciente competencia con Pekín.

El canal como activo geoestratégico

A pesar de las afirmaciones infundadas de Trump sobre una presunta presencia militar china en el canal, persisten preocupaciones legítimas en Washington sobre los riesgos de espionaje derivados de la actividad comercial de empresas chinas en Panamá, entre ellas, destacan los planes para construir un puente sobre el canal y la operación de terminales portuarias por parte del conglomerado CK Hutchison, con sede en Hong Kong.

Recientemente, la empresa estadounidense BlackRock lideró una compra multimillonaria del negocio portuario de Hutchinson en el país, lo cual fue presentado por Trump como un paso hacia la “recuperación” del canal por parte de Estados Unidos, aunque no obstante, el acuerdo está siendo examinado por las autoridades regulatorias chinas bajo criterios antimonopolio.

Puerto de Hutchinson. Foto: Globalports.

La administración estadounidense considera que el Canal de Panamá será un componente crítico en caso de un conflicto militar en Asia, ya que permitiría el tránsito de buques de guerra del Atlántico al Pacífico, pero actualmente el temor subyace en que, incluso sin ejercer un control directo, China podría beneficiarse estratégicamente si logra una capacidad de vigilancia sobre los movimientos navales estadounidenses a través de la vía interoceánica.

Panamá reafirma su soberanía sobre el canal

Frente a las tensiones, el presidente panameño José Raúl Mulino ha reiterado que la administración del canal se mantiene bajo control soberano panameño y que seguirá operando en beneficio del comercio mundial.

Actualmente, más del 40% del tráfico de contenedores de Estados Unidos —equivalente a unos 270.000 millones de dólares anuales— transita por el Canal de Panamá, lo que convierte a este corredor en una pieza clave de la infraestructura logística global. Foto: Getty Images.

Exfuncionarios como John Feeley, exembajador de EE. UU. en Panamá, han cuestionado las acusaciones de la administración Trump sobre una presunta violación del tratado de neutralidad firmado en 1977: “no ha habido tal violación”, señaló, en referencia a las actividades comerciales chinas en la región.

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Redacción
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