En un contexto de tensiones económicas y diplomáticas, China reafirmó su compromiso de mantener el acuerdo de swap de monedas con Argentina, al tiempo que pidió a Estados Unidos una postura más constructiva tras la imposición de aranceles. Durante una conferencia de prensa, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, destacó este intercambio de divisas y condicionó a la administración de Trump para que adopte una “perspectiva correcta” que contribuya al desarrollo de América Latina.
En este sentido, a través de su cuenta oficial de X, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China también expresó: “El intercambio de divisas entre China y Argentina contribuye a la estabilidad económica y financiera del país y es bien recibido por el gobierno argentino. Instamos a Estados Unidos a que adopte una perspectiva correcta y comience a pensar en cómo puede contribuir al desarrollo de los países de América Latina y el Caribe”.

¿En qué consiste el swap?
El acuerdo de swap de monedas entre el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y el Banco Popular de China (PBOC) se constituyó como una herramienta clave para fortalecer las reservas internacionales argentinas, en un momento de aguda crisis económica interna, y facilitar el comercio bilateral. Este mecanismo permite a ambos países intercambiar monedas hasta un monto acordado, proporcionando liquidez.
En junio de 2024, ambas naciones renovaron la totalidad del tramo activado del swap por 35.000 millones de yuanes (equivalente a 5.000 millones de dólares) hasta julio de 2026, con un plan de desactivación gradual a partir de 2025. En este contexto, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) señaló que la activación de este mecanismo le permitió administrar los flujos de balanza de pagos en momentos críticos para la economía argentina. Además, la extensión del tramo activado del swap hasta 2026 permitirá al BCRA continuar reduciendo los riesgos durante la actual transición económica hacia un régimen monetario y cambiario consistente y sostenible.
China insta a Estados Unidos a tomar otra perspectiva en medio de las presiones comerciales
Pero esta relación financiera entre Argentina y China viene siendo objeto de atención por parte de la nueva administración de Estados Unidos. Recientemente, Mauricio Claver-Carone, encargado del Departamento de Estado para América Latina bajo la administración de Donald Trump, expresó que Washington preferiría que Argentina redujera su dependencia financiera de China.
Estas declaraciones no son más que un reflejo de la creciente competencia económica y geopolítica que existe en la región entre las dos principales potencias del mundo. Así como también las preocupaciones de EE.UU. sobre la cada vez mayor influencia china en América Latina, particularmente en términos económicos y comerciales.

Mientras tanto, el gigante asiático instó a Estados Unidos a adoptar “una perspectiva correcta” sobre su relación con América Latina y a enfocarse en cómo contribuir de manera constructiva al desarrollo de la región. El mensaje, emitido por un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, llega en medio de una disputa geopolítica que se intensifica tras el reciente anuncio de Donald Trump de imponer aranceles globales, medida que anticipa una posible guerra comercial China.
El mandatario estadounidense presentó el pasado miércoles una lista de países cuyos productos estarán sujetos a aranceles en Estados Unidos. El Gobierno de Xi Jinping fue uno de los más castigados con la imposición de un arancel del 34% añadido al 20% que ya existía desde el comienzo del año, lo que sitúa el total de gravámenes en el 54%.
Argentina en una encrucijada entre Estados Unidos y China por el swap
Lo cierto es que, en caso de que el gobierno de Javier Milei optara por alinearse con la postura de Donald Trump y cancelar el acuerdo de swap con China, se vería obligado a reembolsar – o devolver – los 5.000 millones de dólares activados, en un escenario donde el Banco Central enfrenta dificultades para incrementar sus reservas.

Como un efecto dominó, esto provocaría una caída de las reservas brutas por debajo de los 13.000 millones de dólares. Aunque la cartera de Economía a cargo de Caputo confía en recibir un importante desembolso del FMI para recuperar el nivel de reservas hasta los 50.000 millones – según expresó el mismo ministro -, la eliminación del swap comprometería la estabilidad de las cuentas públicas.
Por lo que Argentina se encuentra en una encrucijada geopolítica y financiera compleja, atrapada entre la necesidad de sostener su vínculo estratégico con China – principal socio comercial y prestamista clave a través del mecanismo de swap de monedas – y las presiones diplomáticas de Estados Unidos, que busca limitar la expansión de la influencia china en América Latina.
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