La Armada de Estados Unidos ha desplegado un segundo portaaviones en el Mar Rojo, intensificando su ofensiva contra los rebeldes hutíes respaldados por Irán. El USS Carl Vinson (CVN-70), un portaaviones de propulsión nuclear clase Nimitz, se encuentra en tránsito hacia la zona para unirse al grupo de ataque del USS Harry S. Truman, que ya lleva semanas ejecutando misiones de bombardeo sobre posiciones hutíes en Yemen.
La reciente llegada del USS Carl Vinson a la isla de Guam el pasado 24 de marzo marcó una parada estratégica antes de su redespliegue. Según declaraciones del contralmirante Michael Wosje, comandante del Grupo de Ataque del Carl Vinson, la visita a Guam permitió reabastecimiento y descanso a la tripulación, en el marco de la presencia operativa de rutina dentro del área de responsabilidad de la Séptima Flota. Este archipiélago del Indo-Pacífico reviste importancia logística y estratégica para las operaciones navales estadounidenses en la región.

No obstante, el movimiento del Carl Vinson hacia Medio Oriente responde a una directiva del Departamento de Defensa de los EE. UU., en consonancia con el refuerzo de la presencia militar en la región para hacer frente a los ataques hutíes que, desde noviembre de 2023, han escalado en intensidad y alcance. Estos ataques incluyen el secuestro de buques comerciales, el uso de misiles y drones contra embarcaciones estadounidenses, y la obstrucción deliberada de rutas marítimas internacionales, especialmente en el estrecho de Bab el-Mandeb, una vía clave del comercio mundial.
La campaña aérea estadounidense, que bajo la administración anterior se limitaba a sitios de lanzamiento, ha cambiado su enfoque táctico bajo la actual administración de Donald Trump, apuntando ahora también a blancos humanos y zonas residenciales ligadas a la estructura militar hutí. Entre los días 15 y 17 de marzo, Estados Unidos llevó a cabo un bombardeo masivo sobre al menos 30 objetivos hutíes. Este operativo fue filtrado previamente por error a la prensa, pero de todos modos ejecutado según lo previsto.

Como respuesta, los hutíes amenazaron con represalias, aunque los intentos de atacar directamente al portaaviones USS Harry S. Truman resultaron fallidos. Incluso, recientemente afirmaron haber lanzado otro ataque infructuoso contra el mismo buque, según reportó The Jerusalem Post, aunque tales afirmaciones no han sido verificadas oficialmente por el Pentágono.
Cabe destacar que antes de su redespliegue al Mar Rojo, tal como fuera informado por Zona Militar, el USS Carl Vinson participó en un ejercicio naval trilateral en el Mar de China Oriental junto a unidades de la Armada de Corea del Sur y la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón. Estas maniobras, que se desarrollaron entre el 17 y el 20 de marzo, incluyeron prácticas de combate aéreo, operaciones de interdicción marítima y ejercicios de comunicación táctica. La actividad se enmarcó en los esfuerzos por fortalecer la interoperabilidad entre fuerzas aliadas frente al creciente dinamismo estratégico en Asia-Pacífico.
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