La Fuerza Aérea de Israel ha reanudado los bombardeos en la Franja de Gaza luego de que las negociaciones con Hamás para la liberación de los rehenes colapsaran, según confirmó la Oficina del Primer Ministro Benjamin Netanyahu. Los ataques aéreos, que comenzaron en la madrugada del martes 18 de marzo de 2025, se dirigieron a objetivos estratégicos, incluyendo a comandantes intermedios del grupo islamista, y marcan el fin de una frágil tregua de dos meses.
De acuerdo con el Ministerio de Salud gestionado por Hamás, al menos 404 palestinos han muerto y 562 han resultado heridos desde que se reanudaron las operaciones militares. Estas cifras no diferencian entre civiles y combatientes. Israel sostiene que la decisión de reiniciar las ofensivas responde a la “reiterada negativa” de Hamás de liberar a los rehenes israelíes capturados durante los enfrentamientos previos.

El conflicto se intensificó después de que Hamás rechazara las propuestas presentadas por el enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente, Steve Witkoff, y otros mediadores. Estas iniciativas buscaban extender la tregua a cambio de la liberación gradual de rehenes, algo que Hamás se negó a aceptar al insistir en una retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza y el fin permanente de las hostilidades.
La Casa Blanca respaldó los ataques israelíes y aseguró que fueron previamente coordinados con la administración del presidente Donald Trump. La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, enfatizó la postura de Washington: “Hamas, los hutíes, Irán y cualquier grupo que amenace a Israel o a Estados Unidos enfrentará consecuencias”.
El nuevo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Eyal Zamir, asumió el cargo a principios de marzo con la promesa de intensificar las operaciones para desmantelar la infraestructura militar de Hamás. En este contexto, el primer ministro Netanyahu reafirmó que el objetivo principal es la destrucción de las capacidades políticas y militares del grupo, así como el regreso de los 59 rehenes que permanecen en poder de Hamás.

En paralelo, el gobierno israelí enfrenta tensiones internas. Netanyahu ha anunciado su intención de destituir al director del Shin Bet, Ronen Bar, quien junto a otros jefes de seguridad ha abogado por priorizar la liberación de los rehenes mediante la negociación. Esta decisión podría profundizar las divisiones dentro del gabinete, mientras que una parte significativa de la población israelí apoya un acuerdo que garantice la liberación de los cautivos a cambio de un cese definitivo de las hostilidades.
El colapso de las negociaciones y la reanudación de los bombardeos también ha generado reacciones en la comunidad internacional. Hamás responsabilizó a Israel por romper la tregua y llamó a los mediadores —Estados Unidos, Qatar y Egipto— a presionar a Netanyahu para detener la ofensiva. Además, instaron a los países árabes y musulmanes a respaldar la “resistencia palestina” y exigieron la intervención urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
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Créditos de la portada: Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Imagen utilizada con fines ilustrativos.