Números rankings nos muestran que España se encuentra en la última posición dentro de la OTAN en términos de gasto en defensa, una situación que genera críticas tanto a nivel interno como por parte de sus socios internacionales, en un contexto donde Pedro Sánchez busca cumplir con el objetivo del 2% del PIB establecido por la alianza.

En 2024, España destinó solo el 1,28% de su PIB a defensa, ubicándose en el último lugar dentro de la OTAN, según informó The Economist. La crisis financiera de 2008 redujo aún más los recursos destinados a defensa, llevándolos a un mínimo del 0,9% del PIB en 2014. Fuente: Bloomberg.

Aunque el gobierno español defiende su compromiso con la alianza y destaca el incremento progresivo de su presupuesto militar, la mayoría de los países europeos ya han alcanzado el umbral del 2% establecido en 2014, mientras que España aún trabaja para cumplirlo en 2029.

Las razones detrás de este bajo gasto se remontan a la época de Francisco Franco, durante la cual las fuerzas armadas fueron marginadas del poder político y presupuestario, donde no fue hasta la incorporación de España a la OTAN en 1982 que comenzó un proceso de modernización militar, aunque sin lograr un respaldo social significativo.

Dificultades políticas y restricciones presupuestarias

El desafío de aumentar el gasto militar no es únicamente económico, sino también político, debido a que Sánchez desde 2018 ha liderado gobiernos minoritarios con dificultades para aprobar presupuestos, lo que complica la planificación a largo plazo de la defensa.

A pesar de un aumento del 26% en el presupuesto de 2023, alcanzar el 2% del PIB requerirá casi duplicar el gasto actual, lo que supone un reto en un contexto de presiones dentro de su propia coalición de gobierno.

Patrullas de Reconocimiento de Caballería del Ejército de Tierra. Foto: Ejército de Tierra de España.

En cambio, el gobierno ha optado por medidas más limitadas, como el reciente anuncio de 400 millones de euros adicionales para aumentar los salarios militares, pero sin un presupuesto plurianual definido, la adquisición de nuevos sistemas de armamento y la modernización de la infraestructura militar continúan siendo inciertas.

Factores estratégicos y desafíos internos

A nivel estratégico, España mantiene una posición clave dentro de la OTAN gracias a la base naval de Rota, utilizada por la Marina de Estados Unidos, aunque todavía enfrenta preocupaciones en el norte de África debido a la creciente capacidad militar de Marruecos, que ha buscado fortalecer sus fuerzas con cazas F-35.

Base naval de Rota. Foto: Esteban Villarejo.

El gobierno español insiste en que cualquier aumento del gasto por encima del 2% del PIB debe ser financiado con recursos de la Unión Europea, ya sea mediante la emisión de deuda o la reasignación de fondos comunitarios, evitando un potencial ajuste interno que podría debilitar a la coalición gobernante.

Te puede interesar: ¿Qué implica que la OTAN proponga activar el Artículo 5 de defensa mutua en Ucrania? 

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

Dejá tu comentario