Dos oficiales de la Fuerza Aérea de Taiwán, uno retirado y otro en servicio activo, admitieron haber entregado información clasificada sobre las operaciones de los misiles Hsiung Feng III a agentes de inteligencia chinos, a cambio de una compensación económica. El caso, considerado una violación a la Ley de Seguridad Nacional, se encuentra actualmente bajo juicio en el Tribunal Superior de Taichung en una sesión a puerta cerrada.

La investigación, liderada por la Oficina de Fiscales de Taichung y concluida en diciembre de 2024, reveló que el exmayor de la Fuerza Aérea, identificado por el apellido Shih, comenzó su colaboración con la inteligencia china tras su retiro en 2008. Según el informe de la Agencia Central de Noticias (CNA), Shih fue contactado por agentes chinos a través de conocidos y posteriormente reclutado. En su nuevo rol como supervisor de una empresa, su principal responsabilidad era reclutar miembros en Taiwán y recopilar información militar clasificada.

En 2021, Shih contactó a un oficial en servicio activo, de apellido Hsu, quien trabajaba como controlador de interceptación en el Comando de Combate Aéreo de Taiwán. Shih, alegando tener vínculos con las fuerzas armadas de Estados Unidos, convenció a Hsu de proporcionar documentos confidenciales relacionados con la respuesta aérea taiwanesa ante incursiones de aeronaves militares chinas, a cambio de compensación económica.

Entre la información entregada por Hsu, se incluyeron documentos sensibles que detallaban el despliegue operativo de los misiles Hsiung Feng III en aeronaves de combate. Estos misiles supersónicos, desarrollados por Taiwán, son considerados una pieza clave en la defensa antibuque del país, con un alcance estimado de hasta 400 kilómetros, lo que les permite atacar objetivos estratégicos en el estrecho de Taiwán y áreas circundantes.

A cambio de esta información clasificada, Shih habría recibido más de 1,5 millones de nuevos dólares taiwaneses (aproximadamente 45.000 dólares estadounidenses) en concepto de “dividendos empresariales”, de los cuales entregó más de 200.000 nuevos dólares taiwaneses a Hsu.

En agosto de 2024, la Oficina de Fiscales de Taichung encabezó un operativo de allanamiento en la residencia de Shih, incautando teléfonos móviles, computadoras y otros dispositivos electrónicos. El análisis de estos elementos permitió identificar la implicación directa de Hsu en la filtración de secretos militares.

Durante los interrogatorios, ambos acusados confesaron su participación en el caso. Tras reunir pruebas adicionales, los fiscales solicitaron y obtuvieron la autorización para su detención preventiva. La semana pasada, Shih fue liberado bajo fianza por un monto de 100.000 nuevos dólares taiwaneses, mientras que Hsu permanece bajo custodia a la espera del avance del juicio.

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Redacción
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