En una operación encubierta, la inteligencia militar de Ucrania (HUR) llevó a cabo un sabotaje dirigido a operadores de drones rusos. Según una fuente de HUR, citada por el Kyiv Independent, se infiltraron explosivos en gafas de realidad virtual FPV utilizadas por pilotos de drones rusos, provocando detonaciones durante su uso.
En este sentido, la operación perpetrada consistió en adquirir un lote significativo de gafas FPV, las cuales fueron modificadas para incorporar dispositivos explosivos y mecanismos de detonación remota. Según lo informado desde Espacio Tech, los dispositivos, identificados como gafas Skyzone Cobra X v4 FPV, fueron recibidos como parte de una donación voluntaria para unidades de drones rusas.
Dispositivos manipulados para detonar al encenderse
Al encender una de las unidades, esta explotó, lo que llevó a una inspección del resto del lote. Se descubrió que cada dispositivo contenía una carga explosiva plástica oculta, diseñada para detonar cuando se activara la alimentación eléctrica.
Igor Potapov, el representante de la empresa JSC NPP, que desarrolla y suministra equipos de guerra electrónica para las fuerzas rusas, confirmó el intento de ataque. De acuerdo a Potapov, un individuo hizo llegar las gafas bajo la apariencia de ayuda humanitaria. “Cuando las encendieron, detonaron y explotaron. Al inspeccionar el resto del lote, se encontraron explosivos plásticos en todos los dispositivos”, detalló.
Aunque las autoridades rusas no revelaron el número exacto de bajas resultantes de este sabotaje, informes citados por diversos medios internacionales sugieren que hasta ocho operadores de drones podrían haber perdido la vista debido a las detonaciones.
Los drones toman relevancia en la guerra entre Rusia y Ucrania
La guerra de drones tomó relevancia en este conflicto, con Ucrania y Rusia invirtiendo considerablemente en tecnología de vehículos aéreos no tripulados. Los drones FPV, en particular, se destacaron por su bajo costo de producción y su capacidad para atacar con precisión objetivos específicos, permitiendo la destrucción de equipos militares de mayor valor.
El hallazgo de las cargas explosivas refuerza la importancia de someter a inspección cualquier equipo recibido de fuentes no verificadas. Potapov llamó a extremar las medidas de seguridad: “Siempre debemos verificar la ayuda humanitaria, especialmente cuando proviene de benefactores desconocidos. Tenemos una red consolidada de personas de confianza, pero cuando aparecen nuevos donantes, es imprescindible proceder con cautela”. Además, advirtió que considera que este incidente puede repetirse.
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