La reciente visita del primer ministro de las Islas Cook, Mark Brown, a China ha generado tensiones con Nueva Zelanda, que podría decirse que es el principal benefactor de la nación insular. Se trató también de la primera visita de un dirigente de las Islas a China en una década, lo cual generó preocupaciones a nivel internacional por las actitudes expansionistas del gigante asiático en la región.

Al reciente acontecimiento debe sumarse el acuerdo de asociación estratégica que se está por firmar entre las Islas Cook y China. Esto fue criticado ampliamente por Nueva Zelanda por haberse llevado a cabo sin ser debidamente consultado. Además, lo remarcó el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Nueva Zelanda; señaló que este tipo de acuerdos deben ser consultados ya que pueden traer consigo implicaciones estratégicas y de seguridad.
La postura de Nueva Zelanda frente a los acontecimientos recientes
La postura de Nueva Zelanda se enmarca en que este año se celebran 60 años de un acuerdo de libre comercio firmado con las Islas Cook. El mismo tiene ciertas concesiones, principalmente porque permite a Nueva Zelanda influir en la política exterior del Estado insular.

Para Christopher Luxon, primer ministro neozelandés, es crucial la transparencia de las Islas Cook en este contexto. Más que nada, porque considera que la búsqueda de China por estrechar lazos diplomáticos con las islas tiene otros motivos: fortalecer su presencia en la región. “En virtud de nuestros acuerdos constitucionales, esperamos que los asuntos de defensa y seguridad se discutan de forma transparente entre socios. Eso es todo lo que pedimos”, declaró.
Las respuestas de las Islas Cook y de China
En este contexto, Peters y Brown mantuvieron una llamada telefónica en la que discutieron las implicancias de la visita a China y su posterior acuerdo. Para el funcionario insular, la asociación conjunta con Beijing ampliará las oportunidades económicas sin dejar de garantizar la soberanía y los intereses de las Islas Cook. “Valoramos nuestra asociación con Nueva Zelanda y esperamos el mismo respeto. Los desacuerdos, aunque difíciles, son una parte inevitable de las relaciones internacionales, pero nunca deben definir la totalidad de nuestro compromiso”, declaró Brown.
Mientras tanto, China considera que la visita no pretende “conspirar” contra nadie, principalmente por el reclamo de Nueva Zelanda. Por el contrario, el titular de Asuntos Exteriores chino, Guo Jiakun, afirmó que estaba dispuesto a trabajar con ambas naciones porque son “socios importantes de Pekín”. “La relación entre China y las Islas Cook no está dirigida contra ningún tercero y no debe ser sometida ni perturbada por ningún tercero”, afirmó el diplomático.
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