En un momento de gran volatilidad en Medio Oriente, el presidente iraní ha emitido una advertencia clara sobre las consecuencias devastadoras de una guerra abierta en la región. Durante un discurso dirigido a la comunidad internacional, el mandatario resaltó que la solución para alcanzar la seguridad y la estabilidad no puede ser otra que el cese de lo que denominó “crímenes” cometidos por Israel en Gaza, el Líbano y otros países. Según sus declaraciones, una escalada del conflicto a nivel regional no beneficiaría a ninguna nación, y podría tener implicaciones irreversibles tanto en la región como a nivel mundial.
Las tensiones entre Israel y los grupos respaldados por Irán, en particular Hezbolá en el Líbano y Hamás en Gaza, han continuado escalando en los últimos meses, amenazando con desatar un conflicto de mayores proporciones. El presidente iraní reafirmó la capacidad de su país para responder militarmente a cualquier acción israelí, señalando que dicha respuesta se llevaría a cabo en el momento y de la manera que Teherán considere adecuada.
Irán advierte represalias
El asesinato del líder palestino Ismail Haniyeh en Teherán, presuntamente llevado a cabo por Israel, ha exacerbado las tensiones entre ambos países. El presidente iraní subrayó que este acto no quedará sin respuesta y que Irán está preparado para actuar en consecuencia. Aunque no detalló la naturaleza exacta de las represalias, dejó en claro que la reacción iraní será contundente y se materializará en el momento adecuado.
En paralelo, el mandatario hizo un llamado a la comunidad internacional para que intervenga en la búsqueda de una solución diplomática que reduzca las tensiones. Sin embargo, acusó a Israel de no tener la voluntad de desescalar el conflicto y de, por el contrario, estar intensificando sus acciones militares tanto en Gaza como en el Líbano.
“Postura defensiva de Irán”
A pesar de la retórica belicista, el presidente iraní señaló que su país estaría dispuesto a deponer las armas y contribuir a la estabilización de la región, pero cuestionó la disposición de Israel para hacer lo mismo. Reiteró que Irán no tiene la intención de poseer armas nucleares, ya que no forman parte de su doctrina militar, y aseguró que las políticas estadounidenses, que respaldan y alientan a Israel, contradicen sus declaraciones públicas en favor de la paz.
En cuanto a las relaciones con Estados Unidos, el mandatario indicó que Irán sigue abierto al diálogo y a resolver las diferencias pendientes, siempre que Washington cumpla con sus compromisos en el marco del acuerdo nuclear del 2015. No obstante, el presidente iraní destacó que las acciones de Estados Unidos en apoyo a Israel están en contraposición con los esfuerzos diplomáticos, lo que complica cualquier intento de acercamiento entre ambos países.
Escenario de guerra en Medio Oriente
Las palabras del presidente iraní se producen en un contexto de creciente preocupación por el conflicto entre Israel y Hezbolá. El intercambio de fuego entre ambas partes ha desplazado a decenas de miles de personas a ambos lados de la frontera entre Israel y el Líbano. Mientras Israel sostiene que busca una solución diplomática que aleje a Hezbolá de la frontera, el grupo respaldado por Irán insiste en que solo el fin de la guerra en Gaza podrá detener las hostilidades.
El rol de Irán en este conflicto está claramente influenciado por la política regional que dicta la Guardia Revolucionaria, cuyo liderazgo responde directamente al Ayatolá Ali Jamenei. En este sentido, el presidente iraní reafirmó el apoyo de su país a los movimientos de resistencia en la región, destacando que Irán defenderá a cualquier grupo que busque proteger sus derechos y su territorio.
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