Las elecciones al Parlamento Europeo que concluyeron el 9 de junio dejaron un panorama complejo y matizado en el espectro político de Europa. En este contexto, analistas sugieren que la Unión Europea enfrenta el gran desafío de articular una agenda política tanto interna como externa que sea integrada, estable y continua, particularmente frente a las expectativas de un giro total hacia la extrema derecha. Sin embargo, consideran que su historial y divisiones persistentes indicarian que esto es poco probable.

Parlamento Europeo.

El Partido Popular Europeo (PPE) – de centro-derecha – emergió como el mayor ganador, mejorando su desempeño en comparación con las elecciones de 2019. Se espera que ocupe 186 escaños, lo que representa más del 25% del total del Parlamento Europeo. La victoria del PPE es significativa para Úrsula von der Leyen, del mismo partido, quien probablemente continuará como presidenta de la Comisión Europea.

Aunque su nominación aún requiere la aprobación del Consejo Europeo y del Parlamento, los resultados fortalecen su posición para otro mandato de cinco años. Esta consolidación del centro-derecha es una señal de estabilidad y continuidad en la política europea, frente a las expectativas de un gran giro hacia la extrema derecha.

El avance de la derecha y los grandes perdedores de las elecciones

Por otra parte, el grupo liberal Renew, liderado por el presidente francés Emmanuel Macron, y los Verdes fueron los principales perdedores en estas elecciones. Renew obtuvo setenta y nueve escaños, representando un 11% del total, una caída desde el 14% en 2019. La mala noche electoral de Macron impulsó una crisis política en Francia, resultando en la disolución del parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones. Los Verdes también experimentaron una caída, obteniendo poco más del 7% de los escaños y descendiendo al sexto lugar en el Parlamento.

A pesar de que el PPE lideró las elecciones, la extrema derecha también hizo avances significativos. El grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y el grupo más radical Identidad y Democracia (ID) obtuvieron buenos resultados. El ECR, encabezado por la primera ministra italiana Giorgia Meloni, se posicionó en cuarto lugar con poco más del 10% de los escaños, mientras que ID le siguió con más del 8%. Estos grupos podrían aumentar su influencia si logran atraer a miembros no alineados actualmente.

Sin embargo, los logros de la extrema derecha no fueron uniformes en toda Europa. En países como Italia y Austria, los partidos de extrema derecha tuvieron un desempeño fuerte, mientras que en otros, como España y Portugal, sus resultados fueron inferiores a los de las recientes elecciones nacionales. Además, persisten las divisiones internas entre los partidos de extrema derecha, especialmente en cuestiones como el apoyo a Ucrania y las tensiones nacionales históricas, lo que podría limitar su capacidad de formar un frente unido en el Parlamento Europeo.

Perspectivas futuras

Lo cierto es que, a pesar de los avances de la extrema derecha, los partidos proeuropeos del PPE, S&D y Renew siguen formando una mayoría en el Parlamento Europeo. Analistas de Atlantic Council consideran que estos resultados electorales sugieren que se intensificarán las tendencias observadas en el último año.

En este sentido, habrá un mayor énfasis en temas como la competitividad y las medidas de seguridad económica, un control más riguroso sobre la migración, ya enmarcado en el reciente Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, y una Europa más protectora hacia sus ciudadanos frente a un panorama geopolítico y económico cada vez más desafiante.

Las tendencias nacionalistas y proteccionistas de muchos miembros de la extrema derecha dificultan aún más las perspectivas de acuerdos comerciales significativos con la UE. Las reformas del mercado único y los avances en la ampliación dependerán de mayorías más ajustadas.

Mientras tanto, el apoyo político, militar y financiero a Ucrania parece estar garantizado a corto y mediano plazo, dado el papel preponderante de los gobiernos nacionales en estas áreas, al menos hasta que las próximas negociaciones presupuestarias a largo plazo de la UE se inicien.

Fuente: Atlantic Council

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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