Los partidos de extrema derecha lograron avances significativos en las elecciones parlamentarias de la Unión Europea celebradas el domingo, asestando marcadas derrotas al presidente francés, Emmanuel Macron, y al canciller alemán, Olaf Scholz. Los resultados revelaron que el bloque de 27 miembros experimentó un marcado giro hacia la derecha.
En este sentido, la francesa Marine Le Pen, líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, resultó ser la gran vencedora de la noche electoral, y dominó las encuestas electorales hasta el punto que impulsó a Macron a disolver el Parlamento nacional y convocar nuevas elecciones. Mientras que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, duplicó sus escaños en el Parlamento de la Unión Europea.
En Alemania, el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) se impuso sobre los escaños del partido socialdemócrata de Scholz. Las proyecciones indican que la AfD aumentó su porcentaje de votos al 16,5%, frente al 11% obtenido en 2019, superando al partido socialdemócrata de Scholz. Alice Weidel, líder de AfD, celebró el resultado como una victoria significativa, destacando el impacto del partido en la política alemana y europea.
Por otra parte, el bloque democristiano de centro-derecha, liderado por Úrsula von der Leyen, mantuvo su posición como el grupo más numeroso en el Parlamento Europeo. La estrategia de adoptar posturas más derechistas en temas como inmigración y clima, les permitió conservar su fuerza y estabilidad dentro de la legislatura.