Ucrania ha lanzado una serie de ataques a gran escala contra infraestructuras críticas y objetivos militares estratégicos en Rusia, incluyendo la península de Crimea. Según una fuente de inteligencia de Kiev, las fuerzas ucranianas golpearon una subestación eléctrica en Crimea, un depósito de petróleo, una estación de ferrocarril en el puerto ruso de Novorossiysk, en el Mar Negro, y una refinería de petróleo en la ciudad portuaria de Tuapse durante la noche.

Esta ofensiva forma parte de una intensificación de los ataques ucranianos contra instalaciones energéticas situadas en Rusia, las cuales Kiev considera objetivos militares legítimos en apoyo de la guerra que Moscú libra en su territorio desde hace 27 meses. Los ataques han provocado interrupciones en la capacidad de refinado de petróleo en Rusia, aunque las autoridades rusas han logrado reparar algunas refinerías clave, reduciendo la capacidad parada.

Interrumpir la producción de petróleo ruso

Según la fuente de inteligencia ucraniana, los ataques del viernes fueron una operación conjunta llevada a cabo por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y la agencia de inteligencia militar HUR. En el caso de la refinería de Tuapse, que ya estaba siendo reparada tras un ataque anterior, los nuevos ataques con drones obligarán a reiniciar las reparaciones desde cero, afirmó la fuente.

Las autoridades regionales rusas confirmaron un incendio en la refinería de Tuapse tras el ataque, aunque posteriormente fue extinguido. Esta refinería tiene una capacidad anual de 12 millones de toneladas métricas (240.000 barriles diarios) y había sido sometida a varios meses de reparaciones tras un incendio anterior en enero.

Por otra parte, los ataques ucranianos también causaron explosiones en el puerto de Novorossiysk y en la bahía de Sebastopol, en la península de Crimea controlada por Rusia. El ataque a la central eléctrica de Sebastopol provocó cortes de electricidad, según la fuente ucraniana, algo que fue confirmado por el gobernador local, Mikhail Razvozhaev, quien advirtió de “apagones aislados”.

El Ministerio de Defensa ruso afirmó que sus defensas aéreas destruyeron 102 drones aéreos ucranianos y seis embarcaciones navales sin tripulación en el Mar Negro durante la noche.

Ataque a la base aérea Belbek

Además de estos ataques a infraestructuras críticas, Ucrania también habría golpeado la base aérea de Belbek, controlada por Moscú en Crimea ocupada. Según informó la empresa estadounidense de satélites comerciales Maxar, el ataque ucraniano de largo alcance destruyó tres aviones de combate rusos y una instalación de combustible cerca de su pista principal.

Las imágenes de satélite tomadas el jueves mostraban que dos cazas MiG-31, un caza Su-27 y posiblemente un MiG-29 fueron destruidos en el ataque. Ucrania no ha reivindicado públicamente la responsabilidad de este ataque específico.

El Ministerio de Defensa ruso declaró el jueves que Ucrania había atacado Crimea durante la noche y que sus fuerzas de defensa antiaérea habían interceptado cinco misiles de largo alcance conocidos como ATACMS. El día anterior, Rusia había interceptado otros 10 misiles ATACMS lanzados contra Crimea, sin informar de daños en instalaciones militares.

Esta ofensiva a gran escala de Ucrania contra infraestructuras críticas y objetivos militares estratégicos en territorio ruso, incluida la península de Crimea, marca un punto de inflexión en la guerra. Al recurrir cada vez más al uso de drones y misiles de largo alcance, Kiev busca desestabilizar las capacidades energéticas y militares de Moscú lejos de la línea del frente, en un intento por debilitar su capacidad ofensiva y su voluntad de continuar la guerra iniciada hace 2 años.

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Fuente: Reuters

Redacción
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