El Pentágono y el Departamento de Defensa han presentado al Congreso de los Estados Unidos una propuesta legislativa para ampliar el alcance de los autoridades de operaciones especiales para entrenar y equipar a los países aliados para la guerra irregular contra agresores externos. La propuesta se centra particularmente en las operaciones de resistencia y operaciones de defensa interna en el extranjero. 

“Invertir en la capacidad del aparato de defensa interno y estratificado de Taiwán es un esfuerzo significativo; las operaciones, actividades e inversiones de cooperación en seguridad existentes sólo abordan marginalmente las necesidades actuales”, argumentó el Departamento de Defensa en su propuesta.

En ese sentido, también se argumenta que de la misma manera en que los países bálticos y escandinavos de Europa están trabajando en contra de la influencia e incursión de Rusia, desde el lado de Estados Unidos buscarían reforzar los esfuerzos para crear capacidades de asociación para operaciones de resistencia con el fin de mitigar la amenaza de Rusia. 

Las Operaciones de resistencia son aquellas en las que las fuerzas de seguridad nacional y el gobierno civil y la población de un país resisten una invasión u ocupación por parte de una potencia adversaria. Las operaciones de defensa interna extranjera, por otro lado, son las que protegen a un país y a su población de actos de subversión patrocinados por un país extranjero que supongan una amenaza significativa para el gobierno existente. 

En la actualidad, las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos ya pueden entrenar y equipar a fuerzas asociadas para ciertas misiones bajo las autoridades existentes. Por ejemplo, las autoridades de la Sección 1202 establecidas por primera vez en el proyecto de ley de política de defensa fiscal 2018 para responder al apoyo de Rusia a los separatistas ucranianos permiten a las Fuerzas de Operaciones Especiales armar apoderados para la guerra irregular en otros países. Estas últimas solo se han limitado a las operaciones de recopilación de inteligencia. 

La propuesta presentada ahora argumenta que ahora es necesario sumar las operaciones de defensa interna extranjera a las  autoridades de guerra irregular “para hacer frente a la relativa inestabilidad de algunas infraestructuras de seguridad nacional africanas”.

“Kenia es un buen ejemplo, ya que sus unidades convencionales y (de las Fuerzas de Operaciones Especiales) están aumentando su capacidad, pero su infraestructura de seguridad y sus pilares institucionales son vulnerables a la corrupción, la subversión, la anarquía, el terrorismo y la guerra civil”, señala la propuesta del Pentágono.

En cuanto a esto último, la administración Biden ha comprometido 100 millones de dólares para que Kenia lidere las fuerzas multinacionales en Haití con el objetivo de restablecer la estabilidad en medio del incremento de la violencia de las bandas. Se espera que las tropas keniatas lleguen a Haití a finales de este mes, aunque el Departamento de Defensa aún no ha finalizado la construcción de una base para ellas, según informó Politico en abril.

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