Esta semana, el Departamento de Defensa de Estados Unidos emitió una orden formal para que las 1.000 tropas de combate estadounidenses se retiren de Níger, lo que representa un revés para los esfuerzos de la administración Biden en materia de contraterrorismo y la influencia rusa en África Occidental.
En abril, Estados Unidos anunció su intención de iniciar conversaciones para una retirada ordenada y responsable después de que la junta militar de Níger revocara su acuerdo de cooperación militar con Washington. A pesar de las negociaciones en curso sobre los términos de la retirada y la posibilidad de que algunas tropas estadounidenses permanecieran, las esperanzas de un acuerdo se disiparon esta semana con la orden de retirada del Departamento de Defensa.
El destino de las tropas estadounidenses
Las tropas serán trasladadas a otros lugares dentro de la región desde donde podrán seguir operando. Aunque el cronograma aún está sujeto a cambios y las negociaciones en el Congreso continúan, la medida marca el fin de años de esfuerzos antiterroristas en la región del Sahel, con Níger como un componente clave en esa estrategia.
La asociación de Estados Unidos con Níger también había sido un contrapeso a la creciente influencia de Rusia en la región, pero desde el golpe de Estado del año pasado, fuerzas rusas, incluidos ex miembros del grupo Wagner, han comenzado a ingresar al país. Aunque los funcionarios estadounidenses afirman que las tropas rusas no representan una amenaza inmediata, existe preocupación por la posibilidad de que puedan volverse rebeldes y antagonizar a las fuerzas estadounidenses.