El pasado viernes, Estados Unidos condenó a Rusia por “ciberataques maliciosos” contra países europeos como Alemania, Lituania, República Checa, Polonia, Eslovaquia y Suecia. Según declaraciones del portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, el país condenó “enérgicamente la actividad cibernética maliciosa de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor de Rusia (GRU), también conocida como APT28” hacia estas naciones.
“Nos unimos a Alemania en la atribución de actividad maligna específica llevada a cabo por APT28 que tenía como objetivo un partido político alemán. Pedimos a Rusia que ponga fin a esta actividad maliciosa y cumpla sus compromisos y obligaciones internacionales. Con la UE y nuestros aliados de la OTAN, seguiremos tomando medidas para interrumpir las actividades cibernéticas de Rusia, proteger a nuestros ciudadanos y socios extranjeros, y responsabilizar a los actores maliciosos”, añadió Miller.
Para Estados Unidos, APT28, también conocido como Fancy Bear, era el responsable de los ataques a una variedad de objetivos que rondaban desde empresas de defensa y aeroespaciales hasta operadores de infraestructuras y partidos políticos.
Según lo expresado por la República Checa el mismo viernes, “algunas instituciones checas han sido objeto de ciberataques que explotan una vulnerabilidad desconocida hasta ahora”, y según el ministro del Interior, Vit Rakusan, las infraestructuras de su país habían sufrido recientemente “docenas superiores” de ataques de este tipo.