Hasta hace poco, los líderes políticos en Washington y otras capitales occidentales apenas consideraban la posibilidad de que el resto del mundo tuviera puntos de vista diferentes a los suyos. Aunque hacían excepciones para los gobiernos que consideraban aliados útiles, la mayoría esperaba que los países en desarrollo eventualmente adoptaran las ideas occidentales sobre democracia y globalización.

Sin embargo, hoy en día, se reconoce ampliamente que existe un Sur global con su propia perspectiva. Este término se usa para referirse a la mayoría de los países de África, Asia y América Latina, que comparten algunas experiencias e intereses comunes en el escenario internacional. A pesar de este reconocimiento, comprender y definir exactamente qué es el Sur global es un desafío, ya que los países incluidos pueden tener visiones y objetivos muy diversos.

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Es importante para los responsables de políticas en Occidente comprender la diversidad dentro del Sur global y no simplificarla como un bloque cohesivo. Centrarse únicamente en unos pocos países líderes dentro de este grupo es insuficiente, ya que ignora las tensiones y preocupaciones individuales de otros países en desarrollo.

El problema de organización del Sur Global

Aunque algunos líderes no occidentales intentan hablar en nombre del Sur global, ninguno de ellos puede reclamar el liderazgo exclusivo. Existen divisiones significativas dentro del grupo, especialmente en cuestiones económicas y políticas, lo que dificulta la formación de una coalición unificada.

El juego de liderazgo entre países como Brasil, China e India refleja sus propios intereses nacionales y estrategias de política exterior, que a menudo priorizan otras relaciones por encima de liderar al Sur global. Aunque estos países buscan ampliar su influencia y fortalecer sus lazos con otras naciones en desarrollo, sus acciones muestran que a menudo siguen sus propias agendas políticas y económicas.

El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, y el presidente chino, Xi Jinping, en una cumbre en Johannesburgo, agosto de 2023. Alet Pretorius / Reuters

En lugar de enfocarse en quién lidera el Sur global, es crucial abordar los desafíos reales que enfrentan los países más allá de Occidente, como la crisis de deuda, los conflictos internos y la inestabilidad política. Esto requerirá esfuerzos globales para negociar reformas financieras internacionales, así como una mayor atención a las circunstancias específicas de cada país o región. En última instancia, Occidente debe evitar simplificar la diversidad del Sur global y reconocer la complejidad de las dinámicas dentro de este grupo de países.

Fuente: Foreign Affairs

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Redacción
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