El pasado 19 de abril, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, declaró en una rueda de prensa que se llevó a cabo luego de una reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G7 que China es el “principal contribuyente” al complejo militar-industrial de Rusia. Asimismo, añadió que China también está suministrando a Rusia semiconductores y otras tecnologías de uso dual, es decir, que pueden ser utilizadas con fines pacíficos pero también militares. 

Según un informe de Reuters de principios de abril que citaba a funcionarios de defensa estadounidenses anónimos, China efectivamente está ayudando a Rusia en Ucrania mediante el suministro de tecnología armamentística e imágenes por satélite. No obstante, y aunque Washington continúa alarmando sobre el apoyo de Pekín a los esfuerzos de expansión de la industria de defensa de Moscú, China se declara oficialmente como neutral en la guerra entre Rusia y Ucrania. 

Pero Blinken junto a otros funcionarios estadounidenses han advertido en múltiples ocasiones preliminares sobre los suministros de China a Rusia y sobre la utilización que Beijing hace de este accionar para mantener una gran influencia en la región y en el curso de la guerra. 

En palabras de Blinken, “China no puede tenerlo todo. No puede permitírselo. Quiere tener relaciones positivas y amistosas con países de Europa y, al mismo tiempo, está alimentando la mayor amenaza para la seguridad europea desde el final de la Guerra Fría”. En tal reunión, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, hizo eco de estas declaraciones y comentó que “si China persigue abiertamente una asociación cada vez más estrecha con Rusia, está librando una guerra ilegal contra Ucrania… no podemos aceptarlo”. 

La contracara china afirma e insiste en que su alianza con Rusia no posee intereses ocultos al mundo y que se basa pura y exclusivamente en una lazo amistoso, además de recalcar en que no ha apoyado ni a Ucrania ni a Rusia con armas durante toda la guerra a gran escala.El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, respondió a las críticas occidentales afirmando que esta alianza es una “cooperación normal” y que “China no aceptará las acusaciones ni las presiones”. En consonancia, la portavoz de la embajada china en Estados Unidos, Liu Pengyu, también declaró a Reuters en abril que China no estaba suministrando armas a Rusia ni a Ucrania y que seguía siendo una parte neutral.

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Redacción
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