En base a las recientes novedades sobre el ingreso de Japón al AUKUS, se espera que los ministros de Defensa de los países miembros anuncien el próximo lunes conversaciones para trabajar sobre el “Pilar 2” de la alianza, el cual actúa como un mecanismo para compartir tecnologías avanzadas en defensa (abarcando campos como la tecnología cuántica, misiles hipersónicos e inteligencia artificial). En este contexto, se proyecta una reunión entre Joe Biden y su homólogo Fumio Kishida en Washington, seguido de una cumbre trilateral con el presidente filipino Ferdinand Marcos Jr.
Hoy día, tanto Estados Unidos como Gran Bretaña y Australia están dispuestos a trabajar conjuntamente en pos de incorporar nuevos miembros a la alianza, la cual se creó en 2021 con un objetivo central: contrarrestar el poder creciente de China en la región del Indo-Pacífico. Una posible adhesión de Japón en esta dinámica tripartita puede posicionar al país como un nuevo elemento de presión y disuasión sobre Beijing, considerando que China ya ha calificado a esta alianza como “peligrosa” porque podría desencadenar una carrera armamentística en la región.
Biden busca día a día intensificar sus vínculos en Asia, y eso es un hecho. Pero si el objetivo es también profundizar elevar el nivel de sus alianzas, es necesario que países como Japón o Filipinas puedan “elevar” su seguridad doméstica primero; Tokio, por ejemplo, debe “hacer más para proteger su propiedad intelectual y tomar más medidas” para ser parte de AUKUS, en palabras de Vicesecretario de Estado norteamericano, Kurt Campbell.
Por lo pronto, según confirmó el Financial Times, el objetivo no es ampliar el Pilar 1, el cual se enfoca en los esfuerzos de los tres países en apoyar la construcción de una flota de submarinos de ataque (SSN). Y esto puede deberse, en gran medida, a que Australia se muestra recelosa de participar en otras iniciativas hasta haber avanzado en sus proyectos, como el suministro de submarinos de ataque de propulsión nuclear.