En un contexto de crecientes tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, la jefa del Comando Sur estadounidense, la general Laura Richardson, llegó a la Argentina con una agenda centrada en las preocupaciones de Washington por la creciente influencia del gigante asiático en proyectos de infraestructura crítica en el país sudamericano.
Durante su visita de tres días, Richardson mantendrá reuniones con altos funcionarios del gobierno argentino, incluidos el ministro de Defensa, Luis Petri, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, con el objetivo de fortalecer los lazos bilaterales y promover iniciativas para reforzar la seguridad regional.
La “sombra” China
Sin embargo, un tema clave en la agenda será la profunda inquietud expresada por la funcionaria ante el Congreso de Estados Unidos sobre las inversiones chinas en instalaciones estratégicas en suelo argentino, las cuales, según Richardson, podrían servir como puntos de acceso para fines militares y puntos de estrangulamiento naval para Beijing.
Entre los proyectos que han encendido las alarmas en Washington se encuentran la base espacial china en la provincia de Neuquén y un puerto de aguas profundas que el gigante asiático planea construir en la ciudad de Ushuaia, en el extremo sur del país.
Simpática la general, mano de hierro en guantes de seda. Ha venido con algo bajo el brazo, la transferencia del TC-60 que estaba en leasing.