Luego de múltiples intentos y proyectos vetados, el pasado lunes el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas logró aprobar con éxito una resolución sobre Gaza que llama al alto al fuego inmediato entre Israel y Hamás. El documento solicita que el accionar se lleve a cabo durante el mes de Ramadán “respetado por todas las partes para que conduzca a un alto el fuego duradero y sostenible”, así como también exige la liberación de rehenes israelíes, un mayor flujo de la ayuda humanitaria y el respeto al derecho internacional.
Sin embargo, el único de los quince países que se abstuvo de votar esta resolución propuesta por 10 miembros electos del Consejo fue Estados Unidos. La misma fue criticada por diversos analistas, principalmente por ser más simbólica que efectiva para ponerle fin a la guerra.
Asimismo, Washington afirma que la resolución aprobada no es vinculante, tanto en palabras de la embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, como del portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller. Lo cierto es que todos los dictámenes del Consejo son vinculantes, según el artículo 25 de la Carta de la ONU, motivo por el cual esta postura ha sido impugnada por otros funcionarios y miembros presentes.
¿Es posible que la resolución detenga la guerra?
El comunicado de la aprobación del pasado lunes fue celebrado ampliamente a nivel mundial, pero con la preocupación de que tal vez no sea suficiente. Cabe destacar que la resolución exige un alto al fuego inmediato durante el mes de Ramadán, pero como se trata de una festividad que termina alrededor del 9 de abril la paz momentánea duraría solo dos semanas.