En los últimos años, el Mar Rojo ha captado la atención mundial debido a una serie de eventos que lo han convertido en uno de los lugares más transitados del planeta. Desde la toma de rehenes de un buque mercante hasta los enfrentamientos navales entre Israel e Irán en aguas internacionales, pasando por el contrabando desenfrenado de drogas y armas, así como el notorio encallamiento del Ever Given en el Canal de Suez, la historia del Mar Rojo ha dejado profundas huellas en la región de Medio Oriente.

La historia de la importancia de esta zona se remonta a miles de años atrás, en donde el colonialismo jugó un rol destacado que dividió la región en estados militarizados y competitivos, sembrando también las semillas de divisiones civiles. Pasando por conexiones diplomáticas, religiosas y culturales, el Mar Rojo fue considerado como un crisol de encuentro en lugar de un escenario de rivalidades. Sin embargo, esto se transformó, dejando una huella que ha contribuido a los conflictos actuales. 

Diversos analistas sugieren que el Mar Rojo esconde las causas de los conflictos en Medio Oriente y posee a su vez la forma de resolverlos. Por ejemplo, la historia del Mar Rojo muestra que la violencia ha engendrado más violencia, con lo cual se debería revisar las tradiciones regionales en materia de relaciones internacionales, derecho, comercio, y comenzar por desescalar la agresividad.

¿Dónde está ubicado?

El Mar Rojo constituye uno de los cuerpos de agua más cruciales a nivel mundial para el comercio internacional, bañando las costas de países como Djibouti, Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Etiopía, Eritrea, Sudán, Somalia, Israel y Yemen.

Este se caracteriza por ser una franja estrecha de poco más de 300 kilómetros en su punto más ancho, con una longitud total de 1,930 kilómetros. La amplitud se reduce abruptamente en sus extremos, específicamente en el Canal de Suez al norte, ubicado en Egipto, y en el estrecho de Bab al-Mandab al sur. Es en el estrecho de Bab al-Mandab, situado entre Eritrea, Djibouti y Yemen, donde la ruta se estrecha a apenas poco más de 20 kilómetros, aumentando la vulnerabilidad de las embarcaciones ante posibles ataques.

¿Qué representa hoy el Mar Rojo?

Ubicado entre el mar Mediterráneo, conectado por el Canal de Suez y el golfo de Adén, y el océano Índico y el resto del mundo, el Mar Rojo es una “supervia” para el transporte comercial de contenedores y combustible, conectando Europa, Asia y África.

De evitarse este paso, la alternativa es dar la vuelta por el continente africano a través del cabo Buena Esperanza, incrementando la distancia y costos logísticos. Con los cuales el 10% y 15% del comercio marítimo del mundo pasa por el Mar Rojo, y la cifra aumenta al 30 % si se cuenta solo barcos portacontenedores.

También representa entre el 4 y el 8 % del comercio global de gas natural licuado, de acuerdo con Reuters.

Seguridad y la libertad de navegación


Este enclave geográfico se destaca como uno de los lugares más estratégicos a nivel mundial, gracias a las notables conexiones y al intenso tránsito marítimo que caracterizan la región. Como hemos presenciado en los últimos meses, el Mar Rojo ha emergido como la base operativa de una significativa cantidad de buques militares, alineados bajo la coalición liderada por Estados Unidos conocida como Guardianes de la Prosperidad, además de ser escenario de ataques perpetrados por grupos rebeldes provenientes de estados ribereños. Estos últimos, conscientes de la importancia que reviste esta zona, han utilizado el Mar Rojo como un punto focal para presionar a Israel y poner fin a los ataques sobre Gaza.

A corto plazo, los recientes ataques y las diversas situaciones ocurridas en la región han provocado una inmediata disminución de la actividad marítima. Esto ha resultado en la detención de numerosos buques antes de llegar a puerto, generando un impacto directo en la cadena de suministro global y ocasionando un aumento considerable en los precios de los productos. A medida que esta situación persista, se prevé un crecimiento en los costos y una mayor perturbación en el comercio marítimo internacional, así como en la seguridad energética.

¿China se puede beneficiar?

A pesar de que la mayor parte del comercio del gigante asiático con la Unión Europea pasa por el Canal de Suez, algunos analistas han señalado que China podría beneficiarse de la crisis actual. Por un lado, la situación ha elevado el perfil de Estados Unidos y los aliados, dejándolos como actores militares claves del Oriente Próximo, pero, por otro lado, los ha distraído de la región Indo-Pacífica. Por otro lado, existe la creencia de que China espera que la inestabilidad en la región diluya aún más el poder estadounidense y profundice el aislamiento de Estados Unidos por las guerras de Gaza y Ucrania.

Por otro lado, China aún no condenó los ataques hutíes y tampoco se unió a la coalición liderada por Estados Unidos, esto puede ser debido a que su participación en la coalición envíe a los Estados árabes la señal de que China está del lado de Occidente en apoyo de Israel y no de los palestinos.

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