En un nuevo episodio de tensiones transatlánticas, el expresidente Donald Trump ha reavivado la controversia sobre el gasto en defensa de la OTAN, planteando preguntas críticas sobre la solidaridad y la seguridad de la alianza militar.
Durante un reciente mitin de campaña en Carolina del Sur, Trump compartió una anécdota sobre una conversación pasada con un líder anónimo de un país miembro de la OTAN. En esta charla, afirmó que no defendería a los aliados que no cumplieran con los objetivos de gasto acordados, socavando así el principio fundamental del Artículo 5 de la OTAN sobre defensa colectiva.
Las declaraciones provocadoras de Trump generaron respuestas inmediatas. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó su preocupación, destacando que tales comentarios aumentan el riesgo para los soldados estadounidenses y europeos. En una entrevista con el canal noruego TV2, Stoltenberg subrayó la importancia de la solidaridad entre los aliados, independientemente de los resultados de las elecciones presidenciales.
La Unión Europea también reaccionó ante los comentarios de Trump. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, calificó las declaraciones como “atrevidas” y afirmó que solo sirven a los intereses de Putin, subrayando la necesidad de que la UE refuerce su independencia estratégica y aumente las inversiones en capacidades de defensa.