Milicias respaldadas por Irán llevaron a cabo un mortífero ataque con aviones no tripulados contra una base estadounidense cerca de la frontera con Siria. El saldo trágico incluye tres militares estadounidenses fallecidos y más de 30 heridos, según informó el Comando Central de Estados Unidos.
El ataque, dirigido a una base de apoyo logístico jordana, impactó a aproximadamente 350 miembros del Ejército y la Fuerza Aérea de Estados Unidos desplegados en la zona. Estos desempeñaban funciones cruciales, incluido el respaldo a la coalición contra el Estado Islámico (ISIS).
La Casa Blanca, en su declaración, atribuyó el atentado a grupos militantes radicales respaldados por Irán, operando en Siria e Irak. El Secretario de Defensa, Lloyd Austin, expresó su indignación y tristeza, afirmando que “milicias respaldadas por Irán” están detrás de estos ataques y prometió una respuesta estadounidense en un momento y lugar elegidos.
La Resistencia Islámica en Irak, un grupo apoyado por Irán que incluye a Kataib Hezbollah, se atribuyó la responsabilidad del ataque, según informó el Washington Post. Este incidente se produce después de acciones recientes de las fuerzas estadounidenses contra instalaciones de Kataib Hezbollah en Irak.