El Consejo Europeo ha decidido iniciar las negociaciones de adhesión a la Unión Europea con Ucrania y Moldavia, y otorgar el estatus de candidato a Georgia. Sin embargo, esta decisión ha generado una fuerte reacción por parte del Kremlin, que considera que es un intento deliberado de “molestar a Rusia”.
Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, expresó en una rueda de prensa en Moscú que esta medida “se basa en gran medida en el deseo de molestar aún más a Rusia y de enemistar a estos países con Rusia”. Añadió que considera la decisión como “absolutamente politizada” y advirtió que podría “desestabilizar” a la UE.
Peskov destacó que la UE siempre ha mantenido criterios estrictos para la entrada, y en este momento, según él, ni Ucrania ni Moldavia cumplen con estos criterios. Desde la perspectiva económica y de funcionamiento de la unión, Peskov sostuvo que la UE no atraviesa sus mejores momentos.
El portavoz del Kremlin subrayó que Moscú está siguiendo de cerca estos acontecimientos, señalando la relevancia geopolítica de las decisiones tomadas por la UE. La crítica de Peskov refleja la preocupación rusa sobre la ampliación de la UE hacia países que históricamente han tenido vínculos con Rusia.